Todavía no se da en nuestro país el hecho a la inversa con un comercio legal, debidamente consolidado y fuertemente respaldado que ponga en jaque a la acción ilegal del contrabando. Las cosas actualmente suceden exactamente a la inversa, la relación es de contrabando versus comercio legal y por lo que se ve ese equipo irregular tiene las de ganar.
Últimamente se han dado situaciones muy complejas, especialmente en la zona fronteriza entre nuestro país y Chile una de las más extensas y con el menor resguardo oficial, llámese militar o policial por lo tanto dejando grandes puertas abiertas a la incursión de contrabandistas que introducen una variedad de mercadería incluyendo motorizados, utilizando enormes camiones y sus acoplados para cumplir en el menor tiempo posible la mayor cantidad de viajes jugosos, burlando, eludiendo y hasta sobornando la débil custodia nacional.
Resulta que por esas cosas del azar efectivos militares bolivianos que se encontraban en misión especial para evitar el paso de contrabando, desde Chile a nuestro territorio, aparecieron envueltos en una tramoya policíaca de los carabineros de aquel país, reconociendo empero que por error atravesaron unos metros la línea de frontera.
Surgieron ciertas apreciaciones y hasta se tildó a los efectivos bolivianos de haber robado los motorizados en que se encontraban, cuando en realidad esas movilidades eran parte de los centenares de coches que diariamente y con inusitada frecuencia traspusieron nuestra frontera en los últimos días.
Una prueba de que el contrabando proviene del país trasandino la dieron los efectivos militares de guarniciones asentadas en Oruro, que en breve tiempo incautaron más de un centenar de movilidades irregulares que pasarán a la Aduana para efectos de investigación y trámites consiguientes.
Hay que reconocer que actualmente el estado de las relaciones entre los dos países no es de las mejores. Quiérase o no hay ánimos enfervorizados en ambos lados con el tema que sostiene Bolivia de manera inclaudicable para recuperar el mar usurpado y la otra posición de los vecinos que no quieren reconocer que la dinámica del tiempo avanza hacia fines de integración y a la vigencia de justicia y equidad en las relaciones entre pueblos hermanos.
Hay posibilidades de encontrar soluciones al problema, pero el asunto comenzará en la efectiva cooperación entre partes, por ejemplo evitando que ese maligno contrabando que viene de Chile siga saturando los mercados nacionales, causando serios problemas a la industria y el comercio nacional.
Es cierto que este asunto tiene muchas aristas, por tanto es necesario limarlas paulatinamente en la medida que se presenten y que alteren el sentido de respeto mutuo. El contrabando tiene su origen tras la frontera vecina, se trata de mercadería y vehículos en variedad asombrosa, que más tarde o más temprano afectarán nuestra economía.
En el sentido de vuelta, hay un inusitado comercio organizado en nuestro medio que invierte millones de dólares en el puerto de Iquique dándole vida a su comercio, que lamentablemente, por falta de medidas precautorias comunes se convierte en contrabando, evadiendo impuestos y ganancias lícitas para un movimiento regular en los mercados nacionales, mientras que en el lugar de origen no se perdona los tributos establecidos. Hay que arreglar este detalle negativo y profundizar un comercio legal, de ida y vuelta, eliminando el duelo entre contrabando versus comercio legal.
Fuente: LA PATRIA
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