Challapata, punto estratégico para la venta de vehículos “chutos”

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El municipio de Challapata, ubicado a 120 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro, caracterizada por su producción agrícola y lechera, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en un punto estratégico para la venta de vehículos indocumentados o comúnmente llamados “chutos”.

Como de costumbre, el pueblo no tiene buena memoria, hace un tiempo atrás, el año 2006, para ser más precisos, la internación de vehículos chutos fue prohibida en nuestro país, por lo que varias personas tuvieron que asumir medidas de presión, incluso hasta sacarse sangre del cuerpo para escribir sus carteles de protesta e implorar que los motorizados que estaban en la Zona Franca de Oruro (Zofro), les sean devueltos y/o legalizados, al final su súplica no fue escuchada.

Se presume, porque no hay modo de comprobarlo, que la promulgación de esta ley causó que el incremento en la internación de “chutos”, se aumente más aún, y estos sean comercializados en Challapata.

En una visita fuera de rutina, LA PATRIA constató esta situación, un domingo, cuando la feria de autos se realizaba en dicha localidad, a vista y paciencia de todos los ocasionales compradores.

El recorrido comenzó muy temprano, cuando nos constituimos en la terminal de buses de Oruro, junto a otras decenas de personas que presumiblemente tenían la misma intención, ir a visitar la feria de los autos “chutos”.

Inmediatamente llegamos a Challapata, no pasó desapercibida la feria, donde el número de vehículos a la venta parecía que igualaba el número de personas que querían adquirir un motorizado.

Como cualquier persona, nos acercamos a los vendedores, que ofertaban sus autos y les consultamos cuánto, la mayoría coincidió entre 3.000 y 8.000 dólares, dependiendo de la marca, el modelo y tamaño.

La pregunta que siempre salía era, aunque pareciera ridículo, ¿Con papeles o sin papeles?, la respuesta era siempre la misma, sin papeles, y cuando se le preguntaba cuanto nos costaría la legalización, nadie sabía.

¿POR QUÉ CHALLAPATA?

Esa es la cuestionante de todos, ¿por qué Challapata? Si esta localidad propia del Departamento de Oruro, siempre fue caracterizada por sus quesos y otros productos lácteos.

Lo que pasa es que a esta localidad, llegan diferentes rutas que no tienen ningún tipo de control desde Chile, como lo constataron varias cadenas de televisión, nacionales e internacionales.

Paseando por más de dos horas por el lugar, una persona amante del ruido de motores o simplemente un buen apreciador de autos puede quedar maravillado por los vehículos que están a la venta, algunos aún con el volante a la derecha, considerados para ellos, como “un chuto legal”, porque el tener el volante en ese lugar, es garantía de que es chuto y no robado.

Toyota, Mitsubishi, Nissan, Subaru, Mazda e incluso Volkswagen, son algunas marcas de autos que están a la venta, modelos desde 1997 hasta 2009, claro estos últimos, los más caros desde ya.

CHOFERES

Si usted desea comprarse uno de estos autos pero no sabe cómo hacerlo llegar hasta su ciudad, no se preocupe, en la feria de los autos “chutos”, en diferentes lugares, existen los carteles que ofertan los servicios de choferes, para diferentes ciudades del interior como Oruro, La Paz, Cochabamba e incluso Tarija, obviamente no expresan para que son los choferes, pero se presume, que son aquellos que conocen las rutas del contrabando por donde pueden hacer llegar un coche hasta su destino, evadiendo todo tipo de control.

Asimismo, se presume que estos choferes, son los mismos, que trasladan los vehículos, sin placas, sin papeles e incluso con volante a la derecha hasta Challapata, algún tiempo atrás, conocida como, la capital del queso.

De acuerdo a la propia versión de un conductor “ilegal”, que fue “capturado” por una red de televisión nacional, confesó que el trasladado del motorizado lo hacía por 1.000 bolivianos, pero esta oferta incluso puede subir hasta 1.500 bolivianos dependiendo el destino.

Pero Challapata no solo es un lugar donde ganan los choferes o “chuteros”, como dice el refrán el vivo vive del sonso, y los comerciantes optaron por sacar ganancia de todo lo que se pueda

AUTOS ROBADOS

Pero la ambición de las personas llega hasta muy lejos, los malandrines aprovechaban que, anteriormente no existía ningún control o convenio entre entidades policiacas, para cometer robos de vehículos en diferentes países de Sud América, vehículos que eran trasladados hasta Challapata para ser vendidos como “chutos”

Gracias a la intervención de la Interpol, en Challapata, se pudo recuperar varios vehículos que fueron robados en Chile y trasladados hasta esa localidad y fueron puestos a la venta sin ningún temor.

Indudablemente, esta situación hace quedar muy mal a la imagen del país y como algún policía irónicamente lo dijo, “Bolivia se está convirtiendo en el “Alberto” de Sud América”. (En la jerga policial, Alberto es aquella persona que compra y vende cosas robadas).

GASOLINA Y DIESEL

La gasolina y el diesel, principales energéticos para que pueda circular cualquier motorizado, es adquirido de las dos estaciones de servicio, ubicadas en el sector, dependientes de personas particulares, donde la venta es normal, al precio establecido por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Pero estos combustibles, que son depositados en el tanque de cualquier vehículo, son sustraídos de los mismos, para luego ser envasados en bidones que posteriormente son comercializados en la feria de los “chutos”.

El precio, no es el mismo, el litro de gasolina que en el surtidor cuesta 3.72 bolivianos, en la feria es comercializado a 10 bolivianos, incrementó su valor casi en un doscientos por ciento, al igual que el diesel.

No sabemos si esta situación continúe, aunque el registro de vehículos indocumentados está llegando a su fin, es posible que la internación de “chutos” a nuestro país, pero especialmente a nuestro departamento siga.

Esperemos que esto no sea así, porque el daño que se está haciendo no solo es a la imagen del país, sino al medio ambiente e incluso se prevé que en el futuro tenga serias consecuencias en la subvención del combustible.

Fuente: LA PATRIA