El peligroso estado de las carreteras

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Cuando se va por la carretera, en especial la que une los departamentos de Oruro y Cochabamba, de rato en rato el vehículo se hunde o salta, causando algunas veces que la gente que va dentro del mismo sufra pequeños o grandes golpes.

En otras ocasiones se puede ver que ómnibuses, minibuses, los denominados surubíes o cualquier otro tipo de motorizado invaden el carril opuesto por evitar un “bache”, ocasionando muchas veces accidentes que podrían ser evitados. Hay en especial un lugar, a unos 3 kilómetros del peaje de Confital, en que los choferes experimentados invaden el carril que va de esa población hacia Caihuasi por evitar un bateón que se formó por el mal estado de la carretera, lo que en más de una ocasión ha causado accidentes, ya que siendo una zona con gran visibilidad los vehículos imprimen mayor velocidad.

Por esas ironías de la vida, justamente en los tramos donde se encuentran los campamentos del Servicio Nacional de Caminos (SNC) son los menos cuidados, quizás sean zonas geológicamente inestables, pero por ese mismo motivo es que necesitan constante mantenimiento, que al parecer no recibe esa vía, pues continúa llena de huecos. Lo peor es que se encuentra un letrero que reza: “Zona de grava a 300 metros”, sin embargo debajo del mismo, el asfalto se encuentra destrozado completamente como si esa fuera la zona de grava anunciada por el letrero.

El tramo vial entre Llavini y El Bombeo tiene las huellas prácticamente hundidas, porque el peso de los camiones y otros motorizados de alto tonelaje que transitan por ella, sumado al calor que hace por esa zona, hace que el asfalto se levante en unas partes y se hunda en otras, quedando el camino sumamente desigual, lo que hace que los vehículos que quieren cambiar de carril se desestabilicen.

Otro gran problema en esa carretera es la señalización que con el tiempo se ha ido perdiendo en algunos tramos, por ejemplo, hay lugares en los que la línea pintada en el medio de los carriles de ida y de vuelta prácticamente no existe, por lo que si uno es un conductor novato no sabrá si se trata de un tramo con buena visibilidad o no, o si es que se requiere tener precaución.

Además algunos letreros de señalización, para saber a qué velocidad es pertinente conducir, si se puede o no adelantar a otro coche, saber si es zona de derrumbes o no y otros están borrados, a medio borrar o caídos.

Por otra parte, se puede notar, que ha debido haber muchos accidentes en ciertos lugares de la carretera porque las barras de seguridad están torcidas, rotas o caídas, en algunos lugares ni siquiera existen, sólo quedan los parantes que las sujetaban.

Todas estas falencias que se notan a lo largo de la ruta ponen en peligro la seguridad de los conductores particulares o de transporte público, interprovincial o interdepartamental, además de los pasajeros que se suben a esos motorizados para trasladarse de un lugar a otro dentro del territorio nacional.

La pregunta es ¿qué hacen el servicio de caminos o la Administradora Boliviana de Carreteras?, se supone que los conductores pagan un peaje por lo menos en dos trancas a lo largo de toda la vía; según la gente que trabaja en el puesto de peaje de Confital, aproximadamente pasan a diario unos 1.000 a 2.000 vehículos por esa tranca, considerando que paguen unos Bs. 2 a 6, se hace una buena cantidad de dinero que se supone se emplea para el mantenimiento de las carreteras, entonces ¿cómo se explica que la misma se encuentre en tan mal estado?, ¿a qué se debe ese descuido?

Es momento que las autoridades de las gobernaciones y del Gobierno nacional tomen cartas en el asunto y vean qué se puede hacer para mejorar la situación de las rutas de Bolivia, sobre todo por la seguridad de las personas que se ven en la necesidad de viajar de un departamento a otro, o de una provincia a otra, o también entre ciudades del territorio nacional.

¿Para qué se paga un peaje si las carreteras siguen igual de descuidadas? Y si soñamos siquiera en la ampliación de las rutas, ¿será mucho pedirle a la Providencia? Pues si la ABC o el servicio de caminos no son capaces de dar mantenimiento a las vías, qué será si les pedimos que las ensanchen y las hagan más seguras.

XMI

Fuente: LA PATRIA