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Domingo 26 de junio de 2011

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Revista Dominical

La masacre de San Juan

La noche que nunca amaneció

26 jun 2011

Fuente: LA PATRIA

El Che Guevara no solo fracasó con su guerrilla en Bolivia, sino que trajo consigo luto y dolor para los bolivianos • Por: Dehymar Antezana - Periodista

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Hay episodios en la historia de Bolivia muy nefastos, no sólo vinculados a las pérdidas territoriales, sino también a la vida misma del país y esta vez con una influencia negativa que trajo la guerrilla del Che Guevara, conocido también como el “carnicero de La Cabaña”, por ser asesino de gente inocente en Cuba.

Esa parte negativa, fue “la noche que nunca amaneció” en los distritos mineros de Siglo XX, Llallagua y Uncía.

Sobre este hecho, los libros de historia reflejan muy poco, sin embargo, podemos señalar que revisando alguna bibliografía, se establece claramente, que en 1967 estaba al mando del país y por tercera vez, el cochabambino Gral. René Barrientos Ortuño, muy recordado por los campesinos por el famoso pacto “militar campesino”.

Durante este gobierno, Bolivia viviría una etapa inestable por la incursión de la guerrilla de Ernesto Che Guevara, quien llega al país el 4 de noviembre de 1966, y que además sería el último recorrido de su vida, tras la defensa de la soberanía del territorio nacional por el Ejército boliviano, que haría justicia, el 9 de octubre de 1967, cuando mató al nefasto invasor.

La idea del Che era no tomar el poder, sino crear un foco de irradiación continental, como diría Carlos Mesa, “un nuevo Vietnam contra el imperialismo”. Trató de formar una guerrilla rural, pero como lo dijimos hace mucho tiempo, el Che vivió en una época equivocada en la historia y llegó al lugar menos apto para sus propósitos.

De todas maneras ese espíritu guerrillero trascendió hasta las minas, recordando siempre, que los mineros en Bolivia fueron, son y serán, mientras no se vendan a ningún partido político, en el bastión y vanguardia del movimiento obrero.

Entonces, los mineros del país decidieron reunirse en Siglo XX a fines de junio de 1967 en un ampliado. El temario era discutir el aspecto salarial y establecer una postura en torno a la guerrilla que había invadido el Oriente del país.

Las fuerzas de Barrientos anoticiadas de este hecho y viendo el riesgo de un posible derrocamiento, decidieron matar a los dirigentes y trabajadores mineros reunidos en esos distritos. La idea fue también aniquilar a la guerrilla del invasor Guevara y evitar el nacimiento de un grupo subersivo.

LA MASACRE

Según el autor Trifonio Delgado, en su obra “Cien años de lucha obrera en Bolivia”, refleja lo acontecido la madrugada del 24 de junio de 1967, a través de la publicación de dicha noticia en El Diario de La Paz.

“Aproximadamente a las 5 de la madrugada de hoy, fracciones del regimiento ‘Ranger’ y de la Policía Minera ocuparon los distritos mineros de Catavi y Siglo XX produciéndose tanto en la ocupación como en las fricciones armadas con los trabajadores, 16 muertos y 71 heridos. Se dijo que mientras los trabajadores y sus familias se encontraban aún alrededor de la fogata de San Juan, esta madrugada se escucharon nutridos disparos de fusil, ametralladoras y explosiones de dinamita, que se prolongaron hasta las 06.30 de la madrugada. El fuego provenía de las faldas del cerro San Miguel, por donde descendieron fuerzas del Ejército para ocupar los campamentos, dándose en esta acción las mayores bajas, sobre todo en el campamento denominado ‘La Salvadora’.

Las fuerzas del Ejército llegaron hasta la Plaza del Minero y ocuparon la sede sindical y Radio ‘La Voz del Minero’. En este último local había trabajadores que resguardaban sus instalaciones y con quienes chocaron los ocupantes. Luego de la ocupación se declaró a los distritos de Siglo XX y Catavi ‘zona militar’ -en sustitución de la ‘zona libre’- intensificando la vigilancia del Ejército en las trancas y puntos de acceso”.

Los mineros lograron reunirse en lo profundo del socavón y declarar un paro de 48 horas, mientras la indignación crecía en el país. Barrientos estaba decidido a terminar con cualquier líder que sea capaz de llevar adelante una insurrección, es así que en julio del mismo año fue apresado el dirigente minero trotskista, Isaac Camacho y asesinado luego de ser brutalmente torturado.

Más tarde se conoció que fueron 27 los trabajadores mineros muertos y más de un centenar de heridos. Aunque hasta el día de hoy no se pudo establecer a ciencia cierta cuántos fueron los trabajadores mineros asesinados la madrugada de ese nefasto día.

EL DIARIO

El guerrillero veía en las minas, el apoyo que no había tenido en el monte por parte de los campesinos. Por ello, recurre a las ondas radiales de Altiplano y Cruz del Sur de La Paz, Norte de Montero, así como algunas del exterior, para anoticiarse de lo que ocurría en los centros mineros y que deja establecido en su diario. La masacre de San Juan no estuvo ausente en sus apuntes.

"...se da noticias sobre el estado de sitio y la amenaza minera, pero todo queda en agua de borrajas.", dice en una parte de su diario.

El gobierno de Barrientos había declarado estado de sitio el 7 de junio, por la incursión guerrillera. Se prohibía cualquier tipo de reunión o manifestación política y pública.

Ese hecho se notaba también, porque días antes los mineros amenazaron con marchar en Oruro en apoyo a la guerrilla del Che. Además que los discursos estaban encendidos con aires de subversión.

..."la noche de San Juan no fue tan fría como podría creerse de acuerdo a la fama... El asma me está amenazando seriamente y hay muy poca reserva de medicamentos", señala en su diario el guerrillero el 23 de junio.

"... acampamos en las faldas del cerro Durán. La radio trae la noticia de lucha en las minas. Mi asma aumenta”, escribió el 24 de junio.

"...la radio argentina da la noticia de 87 víctimas; los bolivianos callan el número (Siglo XX). Mi asma sigue en aumento y ahora no me deja dormir bien", afirmó en su diario el 25 de junio.

Para Guevara, lo sucedido en la mina no fue de mucha importancia, como se refleja en su diario, más atención le daba a su enfermedad y dejó de lado, una de las únicas opciones que tenía para llevar adelante su proyecto, si lograba establecer un vínculo, con el sector minero del país.

REPERCUSIONES

A nivel nacional, la repercusión de la Masacre de San Juan, trajo consigo la interpelación de varios parlamentarios afines al gobierno de Barrientos. Sin embargo, esa interpelación derivó en el confinamiento de dirigentes sindicales y diputados opositores al gobierno de turno, entre ellos, Marcelo Quiroga Santa Cruz y José Ortiz Mercado.

Como lo reflejamos, el 24 de junio de 1967 fue la noche que nunca amaneció para los trabajadores mineros, por el contrario de una celebración considerada como la más fría del año y caracterizada por el combate con tragos de alcohol, horas más tarde se teñiría de sangre, dolor y luto, por el embate de Barrientos a los propósitos revolucionarios y a frenar las malas ideas de la guerrilla.

Fuente: LA PATRIA
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