EDITORIAL

Esta semana celebramos dos acontecimientos bastante trascendentales, la fiesta de Corpus Christi y la fiesta de San Juan.

Corpus Christi, es un momento de reflexión pues se trata de la adoración del Santísimo, presencia real y verdadera de Jesucristo, quien guía nuestras vidas a través de su palabra y sus acciones, además de sus enseñanzas que deben ser la inspiración para continuar nuestro camino.

Entonces para los creyentes fue un día de alegría, por sentir la presencia viva de Jesús en sus vidas.

Por otro lado, el mismo jueves 23 por la noche celebramos, se supone, la noche más fría del año, San Juan, otrora una fiesta en la que se quemaban las cosas viejas de la casa, pensando que así se obtendrían otras nuevas.

Pero desde hace algún tiempo esta fiesta fue adquiriendo otro matiz, cuando se adquirió conciencia del daño ambiental que se estaba haciendo al planeta, con la quema de materiales tóxicos sobre todo.

Aunque lamentablemente existen algunas personas que todavía no se han dado cuenta del daño al medio ambiente que ocasionan con la quema de diferentes materiales, pues en la noche observamos el humo que salía de algunas viviendas, y en otros lugares, sin mayor problema, encendieron fogatas en la calle.

Sin embargo, esperamos que la concienciación que se hace año tras año, tenga sus frutos en un futuro no muy lejano, y que la quema que se realizaba quede en el recuerdo, como un error de la inconsciencia y el ignorar las consecuencias que esto conllevaba.

Una vez más gracias por permitirnos ingresar a su hogar y presentarle una serie de notas, que esperamos le brinden información que le sea útil en su vida cotidiana.

Hasta la próxima semana.

Fuente: LA PATRIA