Sábado 25 de junio de 2011
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Este insigne personaje no puede ser olvidado por nuestra historia. Y ciertamente no lo está. La memoria de Edson permanece siempre entre nosotros. La muerte no lo alejó de su pueblo; por el contrario, lo fusionó para siempre a la historia de la tierra que lleva por nombre La Cruz de Cristo.
El monumento que tiene en la avenida principal de su natal La Guardia, es un recordatorio indeleble de su lucha juvenil en pro de la Democracia y la Autonomía. Éste será su legado permanente para las nuevas generaciones.
Su muerte no fue en vano. Las causas por la que dio su vida seguirán avanzando, pese a las debilidades de los propios y a la oposición solapada de sus asesinos. Por desgracia en este atribulado país, la historia se escribe con la sangre de los mártires, más que con la sabiduría y el esfuerzo de los vivos.
El asesinato de Edson Ruíz Aguayo fue parte del Cerco a Santa Cruz del 2008, evento medieval protagonizado por la Conalcam de Evo Morales, a las órdenes de Fidel Surco.
