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Jueves 23 de junio de 2011

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Ecológico Kiswara

Conciencia ambiental

Fogata de San Juan una tradición que camina rumbo a su extinción

23 jun 2011

Fuente: LA PATRIA

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La fogata de San Juan, aquella que los niños y por qué no los adultos, hasta finales del siglo pasado, esperaban probablemente con ansias, por las características de la celebración de la “noche más fría del año”, el 23 de junio, ahora está encaminada a su extinción.

Obviamente la conciencia ambiental es la que pesa en la humanidad, para cuidar la “casa grande” que debemos dejar a nuestros hijos y a los hijos de ellos, pero, esa conciencia parece pesar sólo en el ciudadano de a pie, aquel que forma parte del “soberano”, aquel cuyo nombre es utilizado, ante todo para intereses políticos. “El soberano nos eligió por eso estamos aquí”, se oye decir.

Centenares de familias, desde el momento que comenzaron a emitirse las normativas que sancionan el encendido de fogatas, por sus efectos contaminantes; tuvieron que resignar la práctica de la tradición, lo que no ocurrió con los responsables de niveles aún más preocupantes de daño al medio ambiente, como es la emisión masiva de gases tóxicos a la atmósfera y la evacuación de basura química a los ríos.

Los niños de la nueva generación, ya no contarán a sus hijos las tradiciones de San Juan, eso sólo quedará como un cuento de los abuelos, cuando en torno a la candente fogata, se reunían familiares y amigos, para compartir alimentos calientes, como el api, con buñuelos, una taza de chocolate, no pocas veces una wath’ia, para aprovechar las brazas de la fogata sobre la cual minutos antes se protagonizaba un desafío atlético, para ver quién saltaba más alto por encima de las llamas. Entretanto los adultos, bebían un té con té o la leche de tigre, preparada en base a singani y leche, además de las fiestas con bailes en vía pública.

La celebración sanjuanera actual, se resume al consumo de salchichas, fiestas en locales cerrados y uso de juegos pirotécnicos, que poseen un alto contenido contaminante.

Mientras ese es el panorama por la restricción al encendido de fogatas en la noche de San Juan, los 364 días y noches restantes del año, el ciudadano común debe convivir, con otros niveles de contaminación que atentan a su salud y del medio ambiente, panorama que se complicará en algunos meses más cuando al parque automotor nacional se incorporen miles y miles de motorizados usados que están siendo legalizados por el Gobierno, fomentando la importación de objetos que luego de algunos años, también serán basura.

Estos miles y miles de motorizados evacuarán más gases dañinos, la contaminación acústica será mayor, producto del congestionamiento vehicular, pues muchos conductores piensan que la solución para salir de la trancadera es tocar y tocar la bocina de su vehículo, sin dejar de lado un mayor consumo de carburantes, producto elaborado a través de los recursos naturales no renovables.

Fuente: LA PATRIA
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