Martes 14 de junio de 2011
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Conocida la noticia de que una autoridad del Concejo Municipal de filas del Movimiento Al Socialismo (MAS), ayer, en un arranque de cólera y por defender a un improvisado fotógrafo, probablemente su dependiente, se refirió a los trabajadores de la prensa con el apelativo de “pinche periodistas”, me puse a revisar el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) y también el famoso Larousse, para buscar la palabra “pinche”.Estos valiosos documentos, que al común de los mortales ayudan a salir de la ignorancia, para esclarecer definiciones de palabras, describen que “pinche” es el apelativo que recibe la “Persona que presta servicios auxiliares en la cocina”, aunque en países como Costa Rica, El Salvador y Nicaragua, usan el término como sinónimo de “miserable” y en México como equivalente a “despreciable”. En el Larousse se define la palabra “pinche” en alusión a un mozo de cocina, además indica: “De calidad inferior, despreciable”.Cuán valioso es el diccionario, precisamente aquel que refirió LA PATRIA, para aclarar que la palabra “concejil” está definida como: “perteneciente al Concejo” concepto frente al cual los actuales concejales, se sintieron discriminados al momento que se los llamó concejiles, y en declaraciones a un medio de comunicación televisivo, uno de los aludidos, dijo que burlescamente LA PATRIA les envió una fotocopia de un diccionario “griego”.Ahora, si empezamos a analizar la palabra “pinche” vertida por la edila, corresponderá aclarar que ningún periodista es “auxiliar” de nadie, tampoco somos “miserables”; aunque probablemente sí “despreciables”, pero, despreciables para aquellos que con nuestro trabajo sienten afectados sus intereses personales, partidarios o los que fueren.Este proceso de cambio, cómo cambió a las personas. Los periodistas, cuando alguien se ve o se veía en problemas o si los requerimientos de los choferes, verduleras, profesionales, panaderos, constructores, carpinteros, estudiantes, comerciantes y otros sectores no son o no eran atendidos por las autoridades, casi siempre la prensa era requerida, para exteriorizar la voz de protesta, pero, cuando muchos pasan a la otra acera, los periodistas, son “la piedra en el zapato”, incomodan y sobran.Sin una prensa libre, nuestra democracia rápidamente empezará a marchitarse, entonces corresponderá decirles a las autoridades y sus “auxiliares”, que la violencia, las agresiones y menos los insultos, podrán acallarnos. “Pinches periodistas” no hay, pues si por “pinche” se debe entender “Persona que presta servicios auxiliares en la cocina”, habrá que aclarar a las autoridades, que no nos formamos en ese espacio, no venimos de la cocina, con el respeto de los auténticos auxiliares de cocina.Y si tomamos la otra acepción, la edila, al calificar a los periodistas de “pinches” considerado como “De calidad inferior, despreciable”, emitió un criterio discriminador, hecho sancionado por la Ley de Lucha contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, promulgada por el gobierno del presidente Evo Morales Ayma, principal líder del MAS, partido al que pertenece la furibunda concejala.