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Invitado


Domingo 12 de junio de 2011

Portada Principal
Cultural El Duende

Diana Bellessi

12 jun 2011

Fuente: LA PATRIA

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Milonguita

Acodadas en la barra

de un bar por la estación

terminal de colectivos

charlamos mi hermana y

yo de bueyes perdidos...

digo algo de unos versos

que se andan escribiendo

y su cara se ilumina,

me recuerda momentos

muy antiguos, encanto

de niña ante el relato:

así que también de eso

puede hablar la poesía,

dice cuando le cuento

que tengo mis visitas

Sí, digo, gente de antes

nítidos y vestidos

de domingo, como eran

o con lo mejor puesto

en trotecito lento

vienen a recordarme

que yo también, sabés,

me vuelvo gente de antes

Ensombrece su cara

y siento que pasa el ángel

de la muerte, es decir

el tiempo, vuelto puro

resplandor y recuerdo

al principiar y después

noche, sólo silencio

Mi padre me enseñó

hace ya algunos años

a caminar tranquilos

por el pequeño y amable

cementerio del pueblo,

parándonos en frente

de las tumbas con cierta

rememoración, era

la gente de su vida

y para mí un eco

Pero me voy volviendo

yo también, cosa tierna,

la fila de los que entran

al umbral de recuerdos

tan soleados y dulces,

no da miedo quisiera

decirle a mi joven

hermana, así nomás

te llega con anuncios

extraños al principio

y luego, hay una fe

que celebra el polvo

en reverbero, esto

fuimos para seguir

siendo en la única

memoria que cuenta...,

allí donde nos dimos

como ahora, vos y yo

Bolivia

Tan sutil

airecito de sikus

el sabor

de esta chicha dorada

viene y va

en totuma tan fina

pesa menos

que si fuera cristal

Dan un giro

avanzando livianas

y otro giro

ahora al revés. Polleras

que en círculos

como anillos de astros

hacen cielo

y al son graves trompetas

Vienen diablos,

los morenos y un ángel

vencedor

Belleza de dos mundos

con aritos

y larga cabellera,

los charangos

los piecitos desnudos

de las niñas

bailando el asfalto

Tan sutil

porque saben qué hacen

Virgencita

de la Copacabana

Bajo Flores:

presente! Laferrere:

sí, presente!

Villa Celina: cómo

no: presente!...

Y así cincuenta cuadros

de bailantes

pasan por la enramada

La Patria es

Grande, y muy sabrosa

en la calle

esta chicha dorada

Ya lo sabe:

por Pompeya en octubre

miles de almas,

no lo dicen los diarios

sotto voce

chicharrón y picante

gente amable

los Bolitas le muestran

otra estética

Tan lejos y tan cerca

casa nuestra

si yo no lo supiera

ellos saben

dónde está la grandeza.

Canción resuena siempre

El destino común

es aquello que vuelve,

a veces es la fe

quien va adelante o es

filo de la razón

que hiere pero otorga

un soberbio estado

de claridad que aquieta,

controla horror y sueño,

mas su destino es caer

tocada por su propio

filo y el desorden

que nunca es presa, es

trampa el orden, su ingenua

intención de encerrar

en un vaso el océano

Si se dieran lugar

cediendo como la voz

a la lengua y ésta

al misterio aunque alce

ladrillitos, casa o

nido de intimidad

donde se entienden, uno

a otro así debidos

lo pequeño y lo infinito

La balanza siempre está

a la vista, allí,

en la risa de un niño

o en el llanto o trino

de lo que muere y nace

y sobre todo ¡buen

día! aquí, en la mano

tendida. Intentamos

con la ley poner coto,

afán desmesurado

de ser donde perdemos

nuestro ser por jerarquía

Está bien, si imantada

por la fe nos uniera

la vara de esta ley

que separa y ordena,

sostenidos por otro

nos ponemos de pie,

no es la propia boca

aquello que queremos,

sino la intuición

de que lo propio vuelve

sólo desde lo ajeno

La mañana de invierno

acuna, la palabra

saciada en el silencio

habla, pero no si antes

no pasa por el trueque:

¡lindo el día!, ¿un mate?,

hasta la vuelta, siempre

Río abajo

Íbamos por el canal

Rampani con agua alta

y un sol que rojeaba copas

de los fresnitos después

de tres días sin parar

la lluvia. Contentos íbamos

mirando alrededor. Cuántas

casas se están haciendo

dije, y él me contestó:

Si duran... Tras el silencio

completó la frase ...¿sabe

de qué están hechas? No...

Containers de esos autos

importados. Si nos vende

hasta la sobra quien tiene

tanto, para ellos lujo

pa’nosotros rancho... y vi

la liviana maderita

arqueándose bajo un sol

que rojeaba fresnos jóvenes

tras varios días de lluvia

Mucho pique este verano

vio?, mandubíes y bogas

a granel... Hasta dorados

dije y él, mirando fijo

agregó: ayer, la hélice

del motor cortó un precioso

doradito en dos, pena

me dio... y así charlamos

cuando el sol se va cayendo

por el Gambado Roque y yo

Fuente: LA PATRIA
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