De acuerdo al cronograma aprobado que está en vigencia, este domingo 12 de junio –si no se decide nada en contrario– vence el plazo de postulaciones para optar por 125 candidaturas y 56 cargos en el Órgano Judicial del país.
Según los informes preliminares de la Comisión de Justicia, se confirmó que es muy bajo el número de postulantes poco antes del cierre del registro que debe determinar la habilitación de profesionales para seguir en la carrera hacia las elecciones judiciales de octubre.
Era tan bajo el registro de postulantes a 72 horas del plazo que obligó a emitir un criterio en la presidencia de la Comisión de Justicia, señalándose que “al no existir el número de postulantes exigido por ley, el pleno de la Asamblea decidirá si se cambia el calendario electoral”. Dadas las condiciones actuales parecería que eso sucederá, salvo que como siempre sucede en el país con una variedad de convocatorias, los postulantes se presentan masivamente al tope de los plazos y formando largas filas para cumplir sus propósitos.
Todo puede suceder, el informe oficial se conocerá en cuestión de horas más. Sin embargo lo que se estuvo observando es un claro desinterés en parte de la ciudadanía, la interesada en los cargos de la Judicatura, que no acudió como se esperaba a registrarse en calidad de postulantes para ocupar los cargos de la Alta Magistratura.
Las fundadas observaciones de los críticos y los especialistas vislumbraban justamente dos posibilidades, una que sería la puerta abierta para una masiva postulación, especialmente de profesionales afines a la línea política del oficialismo, esperanzados en recibir el “favor” de la postulación; la otra opción era justamente la que se observa con una restringida presencia de ciudadanos interesados en los altos cargos del Órgano Judicial nacional.
Hay un reducidísimo porcentaje de profesionales que estando en ejercicio de las funciones judiciales y cumpliendo los requisitos exigidos, harán dejación de sus cargos para habilitarse como candidatos, tanto a la Corte Suprema como al Tribunal Constitucional, lo que se observa como una “salvación transaccional” frente al ausentismo de postulantes.
Las cosas no se han desarrollado como seguramente esperaban las instancias políticas afines al esquema gobernante, lo que sin duda obligará a replantear la convocatoria y por supuesto los plazos originales para llegar a la instancia que ha estado reclamando el pueblo de Bolivia, pidiendo una renovación del Órgano Judicial pero sin ninguna injerencia política, con claras reglas de juego, con pleno respeto a la democracia y los derechos civiles de la ciudadanía y con el objeto de cambiar la actual y deteriorada imagen del Órgano Judicial en el que, como se ha denunciado repetidas veces, campea la política judicial o mejor la judicialización de la política.
Lo que suceda en las próximas horas será determinante para devolver confianza a la comunidad con un replanteo del proceso de elecciones judiciales para pensar en un verdadero cambio cualitativo de los altos y probos Magistrados de la Justicia Boliviana.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.