“Vehículos radiactivos”

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La confirmación de la noticia respecto al arribo de una veintena de vehículos procedentes de Japón, con rastros de radioactividad, al interior de una carga de más de 2.000 motorizados que fueron transportados desde el Asia en un buque hacia el puerto chileno de Iquique, desató cierto pánico en el vecino país trasandino.

El hecho se registró a principios del mes pasado y de inmediato se movilizaron las autoridades chilenas, de las áreas de salud e incluso de control nuclear, para crear un cerco en torno a la amenaza, pues se dispuso que los motorizados sean lavados al interior mismo de la gigantesca embarcación y el agua permanezca almacenada en el barco.

"Estos 19 autos marcan entre (el nivel) 1 y 2 y hay uno solo que marca (nivel) 5, o sea también está por debajo de lo que sería un daño para la población", dijo la autoridad. Ovalle mencionó además que la oficina de Aduanas monitorea todos los barcos que provienen de Japón de acuerdo con un protocolo de la Comisión Chilena de Radioactividad, debido a la crisis nuclear por la que atraviesa ese país tras un potente terremoto y tsunami que lo afectó en marzo pasado.

En el vecino país, mientras algunas autoridades referían las precauciones asumidas, una funcionara de la terminal portuaria informó a la agencia de noticias Reuters que algunos motorizados ya habían desembarcado.

PARAGUAY Y BOLIVIA

Conocida la versión desde Chile, en Paraguay, principal país sudamericano importador de vehículos usados desde el puerto de Iquique, se emitieron instrucciones para asumir mayor control en las regiones fronterizas a través del trabajo de las entidades aduaneras.

El ex ministro de Salud Pública en Paraguay, José Mayans, alertó que el polvo de tres elementos (cesio, estroncio y iodo) es el que puede ser nocivo para la salud y causar afecciones. Recordó que los síntomas de contaminación con radiación empiezan con signos menores como dolores de cabeza, pero que con el tiempo es la sangre la principal afectada.

Asimismo representantes de los importadores paraguayos se desplazaron hasta Chile, para cerciorarse que vehículos japoneses con índices de radiación no ingresen luego a su país, según información difundida por el portal Paraguay.com, al cual el empresario Miguel Barrios, del Centro de Importadores de Vehículos, anunció contactos con la Marina y el Centro de Armadores Portuarios en Chile, organismos encargados del control de radiación de los coches importados, de manera que no ingresen a tierras trasandinas.

Agregó que realizan también gestiones con la Embajada de Japón para evitar la comercialización de autos siniestrados en el tsunami ocurrido en marzo y que luego provocó un desastre en la central nuclear de la región, Fukushima N°2.

En Bolivia, la presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia, Marlene Ardaya, también dio la voz de alerta y expresó su preocupación por el riesgo para el país, comprometiendo un riguroso control en fronteras junto con el Instituto Boliviano de Tecnología Nuclear a fin de evitar el ingreso de “vehículos radiactivos” a territorio boliviano.

A la fecha no se conoce información desde Chile, respecto a los resultados de las evaluaciones, para descartar o no la amenaza de radioactividad en los vehículos internados desde Chile.

RESGO CONTAMINANTE

Mientras el negocio de la venta de vehículos usados, con riesgo o no para la salud humana, genera réditos incalculables para los comerciantes de éste rubro, tanto chilenos como bolivianos; lo que es cierto es el riesgo para el medio ambiente, pues informes recientes publicados en la prensa nacional revelan que del total de vehículos importados no más del 10 por ciento son nuevos, y por consiguiente el riesgo de contaminación es mayor. En sólo diez años contabilizados desde 1999, el parque automotor boliviano se multiplicó de un estimado de 90.000 vehículos a más de 900.000 motorizados.

Según el director nacional del proyecto Aire Limpio, Freddy Koch, en declaraciones al diario Opinión, más del 80 por ciento de la contaminación ambiental se origina en el parque automotor boliviano.

Producto del masivo ingreso de motorizados a medio uso al territorio boliviano y el consecuente incremento del parque automotor, también existirá mayor demanda de combustibles y por consiguiente la emanación de gases contaminantes también será mayor.

Según el Instituto Boliviano del Comercio Exterior (IBCE), hasta el 2009, el parque automotor boliviano incluyendo motocicletas era de 905.870 vehículos y el 30% de ésta cantidad estaba concentrado en Santa Cruz, el 25% en La Paz, el 24% Cochabamba, el 6% en Oruro, Tarija con el 5%, Chuquisaca y Potosí, cada uno con 4%, Beni el 1% y Pando con el 0.002%. (Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) y Registro Único para la Administración Tributaria Municipal (RUAT).

El mismo IBCE con datos del INE, cuantificó que entre enero y abril de 2011, las principales importaciones de motorizados hacia Bolivia, fue desde Japón con un porcentaje equivalente al 37.50, luego Estados Unidos 16.49, Brasil con el 7.97%, China con 7.72%, Tailandia 7.52%, Suecia con 5.79% México con 2.99%, Alemania con 2.45%, Argentina 2.15% y Corea del Sur con el 1.85%. Al mes de abril de 2011, Japón y EE.UU. concentraron más del 50% de las importaciones bolivianas de vehículos

En Oruro con población de 250.700 habitantes existen 35.000 vehículos motorizados inscritos en el Registro Único Automotor dependiente del Gobierno Autónomo Municipal, de manera que por cada 7 personas existe un vehículo motorizado.

Del total de vehículos registrados, 7.000 corresponden al servicio público particularmente minibuses y taxis, otros 3.000 también prestan atención a la ciudadanía como parte del servicio de transporte libre, de manera que un total de 10.000 motorizados a diario circulan transportando a los habitantes de la ciudad que recurren a un motorizado público para trasladarse de un lugar a otro Mientras que 25.000 vehículos son de uso privado.

Estimaciones difundidas a través de la dirigencia de las organizaciones que aglutinan a los choferes, prevén que con la Ley de Saneamiento Legal de Vehículos, promulgada por el presidente Evo Morales, sólo a Oruro ingresarán aproximadamente 20.000 vehículos, con lo que el parque automotor se incrementará a 55.000 motorizados, de manera que por cada 5 habitantes habrá un vehículo.

Los principales contaminantes lanzados por los automóviles son: monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos no quemados (HC), y compuestos de plomo, sustancias que a diario los transeúntes tendrán que absorber, tomando en cuenta que la mayoría de los vehículos automotores que circulan por los calles son antiguos y por consiguiente el funcionamiento de la máquina no es óptimo, lo que provoca la emanación mayor cantidad de gases contaminantes.

Fuente: LA PATRIA