Dos invitaciones para eventos culturales que se realizarían este fin de semana llamaron mi atención, una me convocaba al “Penúltimo Convite de la Entrada de Jesús del Gran Poder” que es un ensayo general de los bailarines devotos que recorreremos las calles de la zona de Chijini que concluirá en el lujoso Salón “Ualdor Astoria”, y la otra que me convocaba a un Foro Debate sobre el tema “Chapare, Paraíso Fiscal” en el Bar Comercio (El Barco) de la ciudad de Cochabamba, auspiciado por el Ateneo Pericles que agrupa a eminentes pensadores cochabambinos.
Sabiendo que no puedo ir solo a ninguna parte por mi escasa visión, mi comadre me preguntó dónde iríamos, diciéndome a continuación: “Yo creo, compadre, que no le conviene ir al penúltimo ensayo de la Entrada del Gran Poder porque como usted ve poco, cuando aparecen las bailarinas folclóricas con su falditas tan cortas usted quiere aproximarse mucho a ellas para ver si llevan faldita o no. Y sus novios se enfadan y dicen que usted es un ciego pícaro”.
Por las palabras de mi comadre cochabambina deduje que ella prefería acompañarme al Foro-Debate que se realizaría el sábado (ayer) en la ciudad del Rocha River y del Negro Guardia que fue de Cochabamba su Prefecto, de acuerdo a la sintaxis de los quechuas.
Nos dirigimos a La Llajta en avión porque mi motocicleta Harley Davidson lleva placa clonada, título de propiedad falsificado, roseta de inspección adquirida de un policía que enamoraba a la Winnona y roseta del Seguro del año 1996. O sea, un vehículo perfectamente legalizado “a la boliviana”.
Como supondrán mis lectores demoramos en llegar a Cochabamba cuatro horas más que si hubiéramos viajado en mi motocicleta por demoras en la hora de salida de nuestro avión que tuvo que postergar dos horas en su salida porque un Ministro de Estado se había atrasado y el Presidente de la República no quiso prestarle su avión que por algo se llama presidencial.
Llegamos muy tarde al Foro- Debate sobre el sugestivo tema “Chapare, Paraíso Fiscal” aunque alcanzamos escuchar al Dr. Aristóteles Giorgiadis Quiroga, pensador greco-cochabambino decir: “¿A cuál de nosotros no nos gustaría vivir en la zona cocalera del Chapare? Todos los vehículos, desde las vagonetas de lujo hasta los “karkancho” están eximidos de impuestos… Macacha anotaba en su libreta todo lo que oía, diciéndome de rato en rato: “Eso es verdad, compadre, porque a mí me consta”.
Un ilustre tarateño que no apellidaba Rojas, nos describió la hermosa realidad chapareña donde todos sus habitantes viven felices porque están seguros de que mientras Evo Morales siga de presidente nada ni nadie podrá inquietarlos porque él es el máximo dirigente de las Seis Federaciones de Cocaleros del Chapare Tropical. También nos dijo el ilustre tarateño que en el Chapare no existen Bancos y que sus felices ciudadanos trabajan solamente con Bancos del Exterior donde son depositadas sus utilidades. Y como no hay bancos no hay Policías. ¡Y lo más bello! No hay impuestos sobre utilidades.
Nos alegramos de que en nuestro país hubiera al menos una zona donde los hombres son felices. Y al salir me dijo Macacha: “Menos mal, compadre, que yo tengo seis katos de coca cerca de Ivigarzama, de los cuales tres están inscritos a su nombre, y están actualmente alquilados. Agradecí el noble gesto de mi comadre cochabambina.
PAULOVICH
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