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Sábado 04 de junio de 2011

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Revista Tu Espacio

Cuando con el amor no basta

04 jun 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Marcela Baggot-Duff

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Si bien es fácil enamorarse, mantenerse enamorado y lograr que el amor que uno siente por esa persona no disminuya no lo es tanto. Lograr el tipo de relación que anhelamos y sentimos merecer implica que deberemos invertir tiempo y esmero en alimentar las necesidades de la relación para que ésta no comience a desgastarse.

Además lo que debemos reconocer es que éstas se vuelven más traumáticas no sólo cuando la pareja ha permanecido unida por mucho tiempo sino también en aquellos casos en que los miembros de la pareja ya han pasado los 35 años; una realidad que afecta en especial a las mujeres.

La mayoría de las parejas maduras que permanecen exitosamente unidas a través del tiempo han obviamente logrado desarrollar ciertos mecanismos o habilidades que les permiten enfrentar situaciones de crisis sin que ello implique un gran riesgo para la relación.

Sin embargo, esto no siempre ocurre, en especial cuando los miembros de la pareja recién han entrado en la etapa de transición que denominamos “de mayor plenitud” en sus vidas: Es decir después de los 35.

Si bien ésta es una etapa de gran plenitud para el individuo, también pone a prueba a la relación de la pareja porque llegada la madurez, o más apropiadamente la denominada Edad de la Plenitud, los miembros de la pareja no son exactamente las mismas personas que eran cuando comenzaron la relación.

A medida que uno madura cronológica y emocionalmente, busca un “alimento” diferente para nutrir sus nuevos deseos y así llegar a sentirse pleno.

Cuando la pareja tiene metas y / o deseos muy distintos, ya sea en lo referente al trabajo, la familia, el sexo, etc., esto puede crear conflicto en la relación y terminar por alejar a la pareja, algo que quienes nos especializamos en el tema vemos muy a menudo.

Durante la Etapa de la Plenitud, muchas personas que están en pareja comienzan a pensar acerca de cómo sería su vida si estuvieran con otra persona. Algunas convierten este pensamiento en realidad, mientras que otras no.

El éxito de una relación dependerá en gran parte de la habilidad de la pareja para tomar los deseos de cada uno en consideración de modo que no sólo sus propias necesidades emocionales sean satisfechas sino también las de su compañero / a; y para tal fin una buena y efectiva comunicación es crucial.

Sin embargo, esto no siempre sucede y cuando los miembros de la pareja comienzan a analizar su situación y se dan cuenta de que la misma ya no logra satisfacerlos, se plantean cuál decisión deberían tomar: Si quedarse o no.

Ciertamente es una decisión personal que no es para nada fácil. Ésta es una decisión que por diversos motivos se torna aún más difícil para las mujeres; y no está de más expresar que en este mismo momento miles de mujeres se encuentran analizando tal situación.

Cuando la decisión es irse, es casi imposible exagerar lo que esto implica ya que los sentimientos de fracaso que la ruptura de una relación trae consigo tienen un efecto directo sobre la autoestima de la persona.

No obstante, una ruptura no significa el final sino que visto desde un punto más positivo, es una oportunidad para emprender un nuevo camino

Fuente: LA PATRIA
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