Textualidad en aula, para una mejor lectura de la realidad

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¿Cuál la relación entre escuela, sociedad y textos?

Una necesidad frecuente en colegio, es la falta de comprensión lectora.

Conceptualmente la comprensión lectora es la habilidad o capacidad que ha

desarrollado el individuo como fruto del proceso cíclico de interpretación, retención, asociación, “comprensión”. Puesto que el avance de la lectura, exige tomar en cuenta lo que ya se leyó y comprendió. Este aspecto es preocupación a la finalización de la secundaria, porque la sociedad presente exige lectores capacitados con diversas habilidades de comprensión.

A diferencia de otras épocas, vivimos en la actualidad en una sociedad textuada por la constante influencia de los medios de comunicación y la información científica. La enorme suma de información proveniente de las áreas, da lugar al uso continuo de textos, que persiguen diferentes propósitos dentro el plano social: vender, solicitar, felicitar, informar, entretener, instruir, etc.

El estudiante debería conocer sobre los textos y además poseer habilidades diversas, para estar capacitado en su inicio a lo académico-universitario. O es que acaso, en geología le presentarán un texto literario, para estudiar la erupción terrestre. No es que implica apropiadamente de habilidades de comprensión retentiva; para extraer ideas principales, identificar conceptos claves, esquematizar, etc. y comprender dicho fenómeno.

La actual reforma educativa, plantea una enseñanza del lenguaje basada en el

enfoque textual, es decir, “con el uso del texto”. Concibiéndolo a éste como unidad integral de comunicación y portadora de significados que no deben ser parcelados en letras, silabas, palabras, carentes de significado contextual. Plantea también leer diversos tipos de textos para conocer las intenciones que ellos ejercen al momento de ser entendidos y así lograr una comprensión de la realidad y proponer cambios propositivos.

La presencia de diversos tipos de textos en lenguaje y literatura, sería un aporte porque se lograría ser un verdadero cambio de enfoque en el modo de enseñanza del lenguaje. Por una parte abriría la posibilidad hacia un análisis más amplio de los tipos de lenguajes u otros elementos referidos al uso gramatical y también reforzaría el manejo y dominio de otras materias o áreas del saber. Dado que lenguaje y literatura, son materias que forman parte neurálgica en la enseñanza-aprendizaje.

Para ilustrar aun más, sobre la lectura de estos escritos cotidianos, un ejemplo es la lectura periodística y sus diferentes géneros: la noticia, el artículo, el ensayo, la crítica, la entrevista,… que buscan y permiten comprender la realidad social, política, cultural a la luz de diferentes enfoques y críticas. Entonces, resultará propicio explorar las facetas de la prensa escrita, ya como componente de un espacio periodístico, o como unidad integral e independiente en la intercomunicación social.

Además se lograría entender que el aspecto lingüístico, posee múltiples posibilidades a niveles de narración, argumentación, descripción y diálogo, como uso del discurso escrito y oral.

A continuación, los tipos de textos y sus funciones de lenguaje predominantes en cada tipo:

En los textos literarios el lenguaje tiene una función estética, de crear belleza por medio de las palabras y a partir del lenguaje figurado. Son los narrativos: Cuento, novela, leyenda, mito, fábula. Poéticos: poema canción, copla, madrigal. Obra de teatro: drama, comedia, socio drama.

En los textos expositivos el lenguaje cobra una función informativa, es decir, hace conocer el mundo, un hecho real o imaginado expresado en el texto, con un lenguaje conciso, claro, transparente. Estos son: Periodísticos: Noticia, entrevista, artículo de opinión, ensayo, comentario, reportaje. Explicativos: Históricos, científicos, biográficos, grabaciones. De registro: Diario, notas personales, descripción.

En los textos funcionales prepondera más la función apelativa del lenguaje, es decir, se intenta modificar el comportamiento y o pensamientos del lector-receptor, prima también la función expresiva, pues existe la intencionalidad de expresar la subjetividad del emisor: sentimientos, emociones o estados de ánimo. Textos instruccionales: Receta, catálogo, norma, reglamento. Textos publicitarios: Afiche, letrero, aviso, mural. Textos epistolares: Misiva, solicitud, hoja de vida.

Por consiguiente, es primordial la reconstrucción de conocimientos en la escuela de hoy, fomentando la comprensión lectora y a su ves la elaboración participativa. Teniendo claro: a quien se escribe (receptor), por qué se escribe (propósito), qué se escribe (tema). Este tipo de factores ayudan en la reflexión sobre la propia lengua (metalingüística), e invitan al estudiante a considerar medios de expresión para comunicar intencional y de modo necesario sus escritos.

En suma, los textos expositivos y funcionales, pueden ser utilizados conjuntamente con los textos literarios en aula, para mejor comprensión de la realidad inmediata y de los fenómenos sociales es decir; las necesidades, situaciones, sucesos y demás eventos que forman parte de la vida en sociedad. Siendo estos, alguno de los diversos textos presentes en la sociedad, son material de lectura accesible que con las estrategias adecuadas, se traducirían en actividades que fomentan los aprendizajes de la lectura en aula y con el texto.

Autor: Fernando Cuba Aliaga

Presidente de la Asociación de Profesores de Lengua y Literatura

Fuente: LA PATRIA