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Domingo 22 de mayo de 2011

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Revista Dominical

La mujer en el periodismo boliviano (III y final)

Al acabar el siglo XX, cuatro mujeres llegan a directoras de diarios serios

22 may 2011

Fuente: LA PATRIA

Una, no reparaba en medios ni gastos para obtener la noticia • Otra, causó sensación con una entrevista a un ex Ministro preso • Por: Ángel Torres

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Durante los años 90 del siglo pasado se hace corriente la incorporación de jóvenes comunicadoras al mercado laboral, la mayoría tituladas, lo mismo en La Paz que en el resto del país.

Lo saliente de tal período es que cuatro mujeres periodistas llegan a la dirección de prestigiosos diarios nacionales.

Es el tiempo de la consagración profesional de informadoras como Amalia Pando (TV), Cristina Corrales (Radio-TV), de la proyección externa de Lupe Cajías, quien se inclina a la columna de opinión y no se da tregua en la publicación de libros. En Santa Cruz, Maggy Talavera y Elenir Centenero compiten profesionalmente con sus colegas varones; en Oruro y Cochabamba, otras jóvenes hacen lo mismo.

En la irrupción de comunicadores, en La Paz, Verónica Ormachea pasa al libro (“Entierro sin muerte”, etc.), Patricia Flores (“La mirada invisible”) y así alguna que otra más.

LAS DIRECTORAS

Elena Jahnsen de Carrasco alcanza la dirección de EL DIARIO, de La Paz, y al mismo tiempo la presidencia del directorio de la empresa, establecida en 1904.

Nacida en la ciudad cruceña de Concepción, el 4 de agosto de 1921, de joven se traslada a la ciudad del Illimani donde completa sus estudios. En 1942 casa con Jorge Carrasco Villalobos, uno de los hijos de la empresa editora de “El Diario”, quien, más tarde, asume la dirección del matutino.

De espíritu emprendedor y férrea voluntad, Elena de Carrasco se inicia en el periodismo en 1943, como Redactora de sociales; desde entonces vive entre los goces del hogar, el ajetreo cuotidiano de la confección del diario y el desarrollo de la empresa.

En 1961, su esposo se hace cargo de la dirección del matutino, cuya modernización se impone, principalmente en talleres. Ella, desde esa época asiste a las asambleas anuales de la Sociedad Interamericana de prensa (SIP) y se empeña en obtener becas de especialización para los periodistas de su cotidiano.

Una faceta enaltecedora de Elena Jahnsen de Carrasco ha sido su activa participación en los modernos movimientos feministas del país, desde co-fundadora y presidenta de la Confederación Nacional de Instituciones Femeninas a las tareas de Mesa Redonda Panamericana y de otras entidades menores afines; por las que recibe múltiples distinciones.

En 1988, a la muerte del director Jorge Carrasco, el directorio de la empresa le encomienda la dirección del diario y la presidencia de la Junta directiva, cargos que los desempeña hasta 48 horas antes de su deceso el 25 de diciembre de 1992.

Ana María Romero de Campero, nacida en La Paz, en 1943 es una periodista que en el curso de más de 30 años de ejercicio profesional, sabe de las mayores satisfacciones que puede brindar el oficio: De reportera a redactora, de corresponsal de prensa extranjera a directora; de fundadora y primera presidenta del Círculo de Mujeres Periodistas y de la Asociación de Periodistas de La Paz a Premio Nacional de Periodismo (1998).

En 1979, es designada Ministro de Informaciones.

Comienza en 1968, como caza-noticia de “El Diario”; presta servicios en Radio Fides y en la Agencia de Noticias Fides (ANF); es corresponsal en Bolivia, a su turno, de la agencia de noticias italiana Inter Press Service (IPS), de la alemana Deüsche Presse Agen-tur (DPA). En Washington trabaja un tiempo para United Press International (UPI).

En 1977 es co-fundadora y primera presidenta del Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz; en 1989, presidenta de la Asociación de Periodistas, de la misma ciudad, año en que se otorga el Premio Nacional de Periodismo y sus especialidades; preside también la Asociación Nacional de la Prensa (empresas).

En octubre de 1979, el Presidente Walter Guevara Arce la nombra Ministro de Informaciones, cargo del que cesa con todo el gobierno por derrocamiento cuartelero. Las experiencias del cruento golpe de Estado las recoge en su libro intitulado “Ni todos ni tan santos”, publicado en 1996.

Entre 1989 a 1995 es directora del diario PRESENCIA, durante cuyo ejercicio, el matutino católico amplia su circulación nacional.

En 1998 es designada por el Congreso de la República como la primera titular de la Defensoría del Pueblo, de entre casi un centenar de postulantes de todo el país.

En diciembre de ese año, Ana María Romero de Campero obtiene el Premio Nacional de Periodismo, como la primera mujer periodista en alcanzar ese galardón.

Lupe Andrade, paceña, cual herencia intelectiva de su padre, Víctor Andrade Usquiano, quien de joven hace periodismo y en su mayoridad se dedica a la política y a la diplomacia, tras de incursionar exitosamente en el periodismo, emprende el camino de la política.

Al principio de los años 90 es articulista del matutino “Ultima Hora”; más tarde columnista y finalmente directora (1994-1995), función en la que procura agrandar el prestigio del otrora vespertino paceño.

Conmociona a la opinión pública con una entrevista suya, a un ex Ministro del Interior condenado a prisión por su implicancia en tráfico de estupefacientes, en un penal de seguridad del Estado de La Florida (EE.UU.). La entrevista la publica en Última Hora en dos ediciones y después en una Separata o folleto.

Como política alcanza un curul en el Concejo Deliberante de la Municipalidad de La Paz y es su presidente.

Amalia Barrón Pareja de Cortez, natural de Cochabamba, es una comunicadora social innata que hace periodismo como “Una forma de vivir la aventura diaria” y a quien causa horror la censura y la autocensura de prensa.

Presta servicios durante más de tres décadas en diferentes medios de comunicación de España, donde se titula, en Bolivia, en Francia, nuevamente en la Península Ibérica y en su patria; ya en dictadura, ya en democracia.

Acostumbrada a obtener tozudamente la noticia, la entrevista o el reportaje sin reparar en medios ni en gastos (de la empresa). Sus éxitos profesionales en condiciones de dura competencia, induce a uno de sus directores en Madrid a comentar que “La Barrón tiene una enorme cara dura que no repara ante nada”. Domina el castellano, el francés, inglés e italiano.

Egresada de la Universidad de Navarra, en 1963, hace su primer ejercicio profesional en “Diario Madrid” (desaparecido después); pasa a un “Servicio Universal de Noticias y Colaboraciones (SUNC); luego a “El Alcázar´ (desaparecido después), ese entonces, el diario más liberal de España.

Vuelve a Bolivia en 1967, año de la guerrilla del “Che” Guevara y del Consejo de Guerra a Regis Debray, a un argentino y a cuatro bolivianos desertores de la insurgencia. Comienza en “El Diario”, pasa a Radio Altiplano y al Canal 7 de Televisión. En 1971 debe abandonar el país debido al encumbramiento de una dictadura castrense (encaró al jefe golpista).

Tras corta estancia en Chile, marcha a París, donde trabaja en reemplazos para la Agencia France Presse (AFP) y en el noticioso de Radio-Televisión Francesa (ORFT), hasta 1975, en que decide irse a España que ya vivía su pre-democracia. En la capital española es admitida en la competitiva revista “Cambio 16 y escribe para diversas publicaciones europeas. Su nueva radicatoria en el Reino Español se prolonga hasta finales de los años 80; vive, pues, la transición de la dictadura a la democracia en ese país europeo peninsular.

Amalia Barrón, presa de morriña por su patria, vuelve a La Paz a principios de los 90. Se la contrata en el diario PRESENCIA, donde introduce el reportaje en profundidad; en septiembre de 1995 asume la dirección del matutino católico que lo desempeña hasta mediados de 1996, cual culminación de su excepcional carrera profesional.

Fuente: LA PATRIA
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