Jueves 19 de mayo de 2011
ver hoy
No deberíamos sólo hablar de salud, sino que también deberíamos pensar positivamente. De nada sirve hablar sobre salud y en sensaciones y pensamientos tener miedo de una enfermedad.
Podemos dejarnos traspasar por las fuerzas positivas, las que se vuelven activas y producen lo que es bueno en nuestro cuerpo. Si sentimos y pensamos positivamente y vivimos en el instante, escogeremos también nuestros alimentos correspondientemente, pues la energía del día nos comunica a través de nuestros órganos qué sustancias necesitan. Ellos se comunican luego con el sentido del gusto mostrándonos con qué alimentos hemos de nutrirlos.
Si vivimos en el día, el cual empieza con el instante, se nos mostrará todo lo que sea bueno para el alma y cuerpo. Entonces en todo lo que se nos presente encontraremos el germen de lo bueno y si nos basamos en él, se desarrollará también lo que es bueno para nosotros, pues con las fuerzas positivas afrontaremos lo que conduce a lo bueno, ya que estaremos aliados con Dios, la energía positiva.
(*) Vida Universal