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Domingo 15 de mayo de 2011

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Revista Dominical

La mujer en el periodismo boliviano (II)

De la prensa femenina y religiosa al periodismo de alta competitividad

15 may 2011

Fuente: LA PATRIA

De colaboradora a periodista eventual; de redactora a directora • Reseña de algunas periodistas de la primera mitad del siglo XX • Su incremento numérico les induce a su propia entidad por género • Por: Ángel Torres

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En tal período de mudanza en las ideas, varias señoritas tientan el periodismo y alguna que otra logra el éxito; otras incursionan en la literatura y en las artes.

Los varones fundan las Academias Boliviana de la Lengua y la de Historia. Los políticos organizan nuevos partidos.

EL ATENEO FEMENINO

Cual expresión en el cambio de las ideas, jóvenes intelectuales anti-liberales, pero no conservantistas, fundan en La Paz, en 1922, El Ateneo de la Juventud, con el propósito de unir a escritores y artistas en procura de una acción constructiva mediante el estímulo de las aptitudes de los jóvenes; puntualizados en un célebre "Manifiesto".

Se trata de la irrupción a la palestra de una nueva generación de intelectuales, muchos de los cuales se estrenarán en política y se consagrarán en las disciplinas de su preferencia.

En 1923, un grupo de señoras y señoritas de inquietud emprende su propio camino. A iniciativa y aliento de María Sánchez Bustamante (después de Urioste), fundan EL ATENEO FEMENINO, de la que es su primera presidenta y lo será durante 28 años.

A diferencia de los ateneístas varones, se proponen metas específicas de la mujer de ese tiempo: Luchar por la igualdad de los derechos civiles y políticos, sin descuidar su formación humanística y artística. Es el primer movimiento feminista del país, llamado a grandes logros, empezando por la fundación de un órgano de prensa propio: "Eco Femenino".

En torno de la fundadora irrumpen damas y damitas que con el tiempo se realizan en los campos del periodismo, en la docencia, algunas profesiones académicas, las letras y las artes, como Etelvina Villanueva y Saavedra, Emma Pérez de Carvajal, Ana Rosa Tornero de Bilbao la Vieja, María Josefa Saavedra, Leticia Antezana de Alberti, Ema Alina Palfray, Julia Reyes Ortiz de Cañedo, Fidelia Corral de Sánchez, Ana Rosa Vásquez, Elvira Benguria, Marina Lijerón (después de Betachini)

Las ateneístas no cejan en sus empeños e impulsan diferentes obras y acciones, como el Primer Congreso de Mujeres, reunido en La Paz, en mayo de 1929, en el que las mujeres del pueblo tienen su representación.

El Ateneo Femenino se fortalece constantemente con el concurso de nuevas adherentes.

RELANZAMIENTO DE

PRENSA FEMENINA

En lo que toca a la prensa, hay predominio inicial de periódicos republicanistas. De cuando en cuando aparecen hojas sueltas impresas en las que se aboga por la redención de la mujer, mediante la educación, el trabajo y la culturización; lo notable es la insurgencia de un activo periodismo hecho por mujeres para sus congéneres.

No se trata ya, como a fines del siglo XIX, de prensa femenina de contexto literario, religioso y de miscelánea, sino culturalistas y francamente feministas, entendido como lucha por los derechos de la mujer, distinguiendo a cada publicación el mayor o menor énfasis en el cometido.

En 1921, en Oruro y en Cochabamba arranca el nuevo periodismo femenino, al ser fundados respectivamente FEMINIFLOR e IRIS, como mensuarios, el primero (tabloide), como vocero del Centro Artístico e intelectual de Señoritas de Oruro, bajo la dirección de Laura Graciela de la Rosa Torres, jefatura de redacción de Betshabé Salmón y administración de Nelly López Rosse; el segundo (revista), fundado y dirigido por María Teresa Urquidi, como expresión de otro grupo fe¬menino de estudios, decididamente feminista y de contenido social. La Urquidi, mucho después, casó con el abogado y político Walter Guevara Arce, quien llegaría a la Presidencia de la República.

El primer número de "Feminiflor" aparece en mayo de 1921 y mantiene sus ediciones hasta finales de 1923, llegando a 30 números. Es el único impreso femenino de la época, estudiado por especialistas, siendo consagrado como modélico y precursor.

En 1922, la potosina Matilde Carmona Rodo funda en La Paz el periódico "Ideal Femenino", como mensuario de un Centro Intelectual de Señoritas, del que Elvira Benguría es una de sus redactores; mas tarde, la Carmona lanza la revista "Aspiración", que un tiempo dirige Ana Rosa Vásquez; finalmente edita la revista "Nosotras". Matilde Carmona casa con el Tcnl, Germán Busch, quien, al año siguiente, asume la Presidencia de la República,

En 1923, en El Ateneo Femenino, María Sánchez Bustamante y Ana Rosa Tornero, fundan la revista institucional "Eco Femenino", cuya dirección asume la Tornero (de singular actuación cuando la Revolución del 21 de julio de 1946), quien imprime a la publicación impulsos literarios, sin dejar de lado la prédica feminista.

En 1926, Julia Reyes Ortiz de Cañedo funda en La Paz la revista "Ilustración Artística". Se trata de una experimentada escritora de periódicos, habíase iniciado en el periódico "El Siglo Industrial", continuando en "La República"; en "La Razón" mantiene la columna intitulada Inquietudes femeninas, a la par que envíe material de prensa a Cochabamba.

En 1928, en Cochabamba, la poetisa María Quiroga Vargas, constante animadora de Juegos Florales y colaboradora de prensa, funda la revista "Anhelos", como vocero de un Centro Intelectual de Señoritas; Mercedes Anaya de Urquidi dirige un tiempo esa publicación.

Ese mismo año, en La Paz, María Luisa Sánchez Bustamante funda y dirige el informativo "Índice", como nueva publicación del Ateneo Femenino.

En 1929, la educacionista cochabambina Fidelia Corral de Sánchez funda en La Paz el periódico "Opinión Nacional"; antes, en su tierra natal, había dirigido el vocero de la Cruz Roja "Por la raza".

Cabe la aclaración de que se trata de publicaciones de vida efímera, en razón a los costes de edición y carencia de publicidad.

DE FEMINISTAS

A “SOCIALISTAS”

La década de los años treinta parece iniciarse para el periodismo femenino igual de promisoria que la anterior, empero, la Guerra con el Paraguay (1932-1935) lo frustra. Como una consecuencia interna de lo bélico, cambia dolorosamente el pensamiento de toda una generación de bolivianos; así, muchas mujeres intelectuales pasan de la lucha feminista a la contienda social; preconizan el pacifismo y el ideario socialista.

En 1930, la ya conocida mujer de prensa Julia Reyes Ortiz de Cañedo, edita en La Paz la revista "Las Horas", de corta duración; mas, ella continúa en la brega periodística como colaboradora. En 1959 es invitada a un Congreso Internacional de Periodistas, en Ginebra; también a congresos pro-paz mundial y contra el uso de la bomba atómica, en París.

Entre 1932 y 1935, tiempo que dura la guerra con el Paraguay, la orureña Laura Villanueva, a diferencia de sus congéneres que se alistan socorristas de los movilizados hacia el frente de batalla, sigue desde la prensa las incidencias de la campaña. Es columnista en los diarios LA PATRIA (sub decano) y "La Mañana” funda el impreso humorístico DUM DUM (1933, en alusión a esas balas letales) y escribe para el semanario "Retaguardia" (1934), así hasta el final de la guerra. En sus escritos utiliza varios pseudónimos, siendo el definitivo el de Hilda Mundy. Describe la vida urbana y rural en retaguardia, critica los desaciertos de los mandos castrenses. En 1936 se traslada a La Paz y publica su libro intitulado "Pirotecnias", reanuda su labor periodística y literaria. En 1939 casada con el poeta Antonio Ávila Jiménez, de cuya unión nace Silvia Mercedes Ávila, también poetisa y periodista contestataria, quien, en 1990, publica una selección de escritos de su madre bajo el título de "Cosas de fondo”, impresiones de la Guerra del Chaco y otros escritos". Hilda Mundy nace en Oruro, en 1912, fallece en La Paz, en 1969.

En 1934, la educadora, poetisa y colaboradora de prensa Etelvina Villanueva y Saavedra, funda en La Paz "Despertar", como vocero de la Legión Femenina de Educación Popular de América (tres países), organizada ese mismo año. Mantiene en "La Gaceta de Bolivia" la sección Sin fronteras. Se trata de una relevante personalidad que con su prédica y labor cubre apreciable espacio de tiempo. Comienza como educadora; cultiva las bellas letras, hace periodismo y se erige en portavoz de la causa de la mujer americana; organiza congresos pedagógicos y feministas; se la distingue interna y externamente. En 1939 publica su poemario "Siembra".

De la obra literaria y ensayística que deja inédita, sus descendientes publican en 1970 el libro intitulado "La acción socialista de la mujer en Bolivia". Peruana de nacimiento (1898), boliviana por matrimonio y radicatoria de 50 años, fallece en La Paz (1969).

En 1939, la paceña Marina Lijerón funda y dirige la revista "Nosotras", que propende a la superación y culturización de la mujer. Entre ese año y 1940, mantiene en Radio Illimani el espacio denominado Palabras de mujer. Se gradúa de abogado en 1943, casada con un oficial de la Armada argentina de apellido Betachini y se dedica a la diplomacia,

Durante la década de los años 40 SE destaca como periodista la paceña Julia Loayza, quien colabora a su tiempo en "Semana Gráfica", "La Gaceta de Bolivia" y otras publicaciones de prensa; es corresponsal de "El Heraldo", de Cochabamba,

EL PERIODISMO

SE INDUSTRIALIZA

Cambios de la realidad política en el país y el mundo determinan que desde los años 40, el periodismo ingrese en un proceso de conversión en industria de la información, relegándose a la prensa político-partidista y a la femenina; si bien se darán todavía algunos ímpetus.

De consiguiente, éste atractivo quehacer adquiere carácter de profesión estable; comienza la información radiofónica y el radioteatro en los que descuella Elvira Llosa.

María Virginia Estenssoro, paceña, mantiene la tradición del ejercicio simultáneo de la literatura y el periodismo. A finales de los años 30, tras las consabidas colaboraciones de prensa, logra sitio en "La Gaceta de Bolivia" como columnista, mantiene el espacio denominado Perfil de las semanas que lo suscribe con el pseudónimo de Maud D´Abril. En los años 40 presta servicios, a su tiempo, en "La Razón, "El Diario" y en "Ultima Hora. En 1954 participa con el orureño Mario Marañón Zárate en un congreso de la entonces flamante Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia. Como literata publicó varios poemarios.

Alfonsina Paredes, feminista y luchadora social, también nacida en La Paz, hace del libro y el periodismo su razón de existir. Comienza su ajetreo en 1939 en La Gaceta de Bolivia, como reportera de asuntos juveniles. En 1943 funda la revista "Rumbos", que le abre al combativo diario La Calle. Entre 1945 y 1946 es redactora del vespertino “Ultima Hora”; al año siguiente de El Diario. Deberes de militante de un partido de izquierda le sustraen del periodismo e ingresa al campo del ensayo. Escribe una biografía de Adela Zamudio y La mujer en la doctrina marxista, entre otros trabajos.

Yolanda Bueno hace periodismo durante los años 40 y algo más. Destaca como una sagaz reportera y pulcra redactora, capaz de los más inverosímiles recursos para obtener la noticia. Hacia finales de tal década, cual expresión de que la prensa boliviana pasaba a industria de la información, suscitase una gran competencia entre los matutinos paceños El Diario (1904) y La Razón (1917); el primero, entonces, de recursos financieros limitados, el segundo, una potencia económica. En 1949 en la ciudad de Trinidad sufre una inundación de proporciones. La Razón destaca a un redactor y a un fotógrafo, a bordo de un avión expreso; El Diario no. Al día siguiente, sin embargo, los dos matutinos informan del anegamiento trinitario con detalles y un amplio despliegue fotográfico, ¿Cómo fue posible? Yolanda Buenos, colega y amiga de los redactores de La Razón, la noche anterior habíase ido de "visita" a la redacción del matutino de la competencia, donde logra (sustrae) algunas fotos del desastre en Trinidad y forma idea de su magnitud. La reacción en el diario "pirateado" no se deja esperar: prohíbese a la audaz reportera el ingreso a la Redacción; hasta que pasara el enojo. Ella se casa con Renato Tapia Caballero, periodista, propulsor de la organización sindical de los periodistas (1954).

TODA SU VIDA EN

LAS REDACCIONES

Al comenzar la década de los años 50, en el país registranse graves eventos políticos que derivan en una insurrección popular (1952). Los bolivianos aspiran a una ruptura con el pasado de frustraciones y eso se proponen los nuevos gobernantes.

El 28 de marzo de ese año, un grupo de jóvenes católicos militantes funda el semanario PRESENCIA, como vocero confesional que, a poco, se convierte en un diario moderno.

Dentro de la nueva realidad política, se silencian varias estaciones de radiodifusión, algunos diarios dejan de circular y a otros como a "La Razón" se impone el silencio definitivo; muchos periodistas marchan al exilio y, de hecho, desparecen las condiciones para el libre ejercicio de la prensa. En el envés se funda "La Nación" como matutino al servicio del gobierno y el partido que lo sustenta (MNR).

Es dentro de esa realidad política que Betzy Zabala de Pabón, paceña, prosigue su estoica carrera periodística, iniciada en 1944 como reportera de La Razón; carrera que la perfecciona en el exterior en diferentes cursos hasta obtener un posgrado y que no la abandona sino con la muerte, en diciembre de 1995. También presta servicios en El Diario, Presencia y Ultima Hora. Entre 1957 a 1969 es corresponsal en Bolivia de United Press International (UPI). En 1967, año de la insurgencia guerrillera del "Che" Guevara, es la primera mujer de prensa en ingresar a la zona de operaciones bélicas.

En el curso de su carrera profesional de 51 años, vive las más azarosas contingencias, desde obtener, alguna vez, una noticia "oficial" de la lectura al trasluz de un papel carbónico desechado, hasta ir fusil a la espalda a transmitir información para UPI, custodiada por unos milicianos que se resistían a aceptar que la Zabala fuera periodista. En 1963, en el distrito minero de Catavi, gana a veintisiete periodistas del exterior en difundir la noticia de la liberación de siete técnicos extranjeros que los mineros tenían como rehenes. En 1969 la trágica muerte del Presidente Barrientos y consecuencias políticas internas la tuvieron enviando despachos de prensa a UPI durante diez horas alternadas, algo mas de 20.000 palabras.

En el ejercicio de la profesión, se hizo acreedora a la declaratoria de "La Mujer de Bolivia 1963", a una condecoración de la Asociación Cristiana Femenina e infinidad de otras distinciones. Es notable que el padre de Betzy Zabala hubiera sido periodista, como dos de sus hermanas y una hija suya.

A mediados de ésa década emigra al Perú la periodista chuquisaqueña Elsa Arana Freyre, quien desde 1957 presta servicios en el diario "La Prensa", de Lima, en situaciones cada vez de mayor responsabilidad hasta su deceso.

FORMACIÓN ACADÉMICA

La década de los de los sesenta es significativa para el periodismo boliviano. Durante el segundo lustro se funda la Universidad Católica y con ella la primera Escuela de Periodismo del país (llamada después Carrera de Ciencias de la Comunicación, irrumpe la televisión en blanco y negro, se funda el tabloide HOY, que introduce el color en la prensa nacional; dentro de una nueva realidad política, el MNR es desplazado del poder en noviembre de 1964.

Al comenzar el decenio, eran lunares las mujeres en periodismo, al finalizarlo son varias; las más jóvenes, tituladas en Escuelas de periodismo del exterior.

Las siguientes son algunas de las periodistas anteriores al ingreso del academismo:

Ruth Bilbao Pando, paceña, iniciada en la información radial en 1958, se consagra profesionalmente en los años sesenta. Primero es reportera, luego Jefe de informaciones de Radio Fides; corresponsal en La Paz del sistema prensa-radio-televisión Excélsior, de México; gerente y directora de Radio El Cóndor; más tarde, jefe de página del vespertino "Jornada" y directora de la revista de la Fuerza Naval.

Mary Flores, poetisa potosina residente en La Paz, a comienzos de los años 60 es redactora de El Diario; más tarde de una revista informativa dirigida por Mary Larriu, y del matutino Hoy.

Teresa Alexander, residente en Madrid, es redactora de la revista Mundo Hispánico y colabora a otras publicaciones.

Aída Albarracín, paceña, es redactora de Jornada y de un noticioso radial.

Al finalizar el decenio, jóvenes comunicadoras como la orureña Mabel Ascui, la cochabambina Amalia Barrón, la paceña Ana María Romero (después de Campero) y otras, tituladas en Escuelas de periodismo, inician carrera en La Paz.

LOS AÑOS DIFICILES

En la década de los años 70, a la que algunos cientistas políticos califican de "los años perdidos", debido a la vigencia de regímenes dictatoriales y su secuela de excesos, como el exilio de unos cincuenta periodistas varones y las constantes presiones a otros, no arredra a las mujeres periodistas en ejercicio, ni a las que habiendo concluido estudios, demandan su incorporación al mercado de trabajo.

Es notable el número de comunicadoras sociales en todos los medios informativos, denotando profesionalismo y valor civil.

María Angélica Kirigin, nacida en Sucre, residente en La Paz, en 1972 emprende una exitosa carrera en radio, pasa a prensa y a televisión. Cumpliendo lo noticioso, crea y mantiene programas audiovisuales y escribe material de interés femenino; le atrae lo económico e industrial. Las emisoras Fides y Méndez, la agencia de Noticias Fides (ANF), El Diario, Hoy, Ultima Hora y Presencia, cuentan a su tiempo con sus servicios. Cuando tiene abierta la dirección de uno de esos medios, en 1978 organiza su propia empresa de publicidad que, pronto abarca la actividad editorial de libros. Dirige, primero, la edición de las revistas de temática histórico-costumbrista "Imágenes de antaño" de Sucre y de Santa Cruz (1997); las Monografías de La Paz (1995), de Santa Cruz (1997) y de Oruro (1998). En 1978 case con el industrial y político Carlos Calvo.

EL CÍRCULO DE

MUJERES PERIODISTAS

En 1977, la importancia numérica de las informadoras en ejercicio determina que, no obstante su afiliación al Sindicato de Trabajadores de la Prensa y a la Asociación de Periodistas de La Paz, se doten de un organismo propio: El Círculo de Mujeres Periodistas, del que es su primera presidenta Ana María Romero, hija de un connotado intelectual y político.

El registro inicial comprende a una treintena de mujeres periodistas, de las que Bertha Alexander de Alvéstegui, Norah Claros, Elvira Llosa, Aída Albarracín, Gelcina Donato, Mary Flores, María Elba Gutiérrez, Carmen de la Vega de Silva, Lupe Cajías, son puntales de la organización.

El Círculo de Mujeres Periodistas, concluida la tarea de aprobar sus documentos orgánicos, emprende un interesante programa de actividades, desde la complementación formativa profesional de las empíricas y edición de publicaciones especializadas a la realización de actos académicos y jornadas de estudio.

Destaca un acto académico de revalorización de la primera publicación femenina de los años 20: "Feminiflor", en la forma de homenaje a sus tres propulsoras y la edición facsimilar del impreso.

ESPECIALIZACIÓN

Y COMPETENCIA

A principios de la década de los años 80 concluye el ciclo de gobiernos castrenses de facto; se vuelve a vivir en democracia. En el campo de la comunicación social se registran significativos hechos. Se quiebra el monopolio estatal de la televisión con la irrupción de canales privados de TV en las principales ciudades que, de suyo, importa competencia informativa y de publicidad con las empresas de prensa y radiales. Se acentúa el proceso de especialización informa¬tiva entre los y las profesionales de la comunicación; se instituye el Premio Nacional de Periodismo y la mujer periodista accede a la direc¬ción de prestigiosos diarios nacionales.

Dentro de la competencia empresarial y especialización informati¬va, los impresos habilitan mayores espacios de opinión, se introduce el reportaje en profundidad, se editan suplementos y revistas, todo lo cual asegura ocupación a jóvenes profesionales.

En ese contexto de mutación en el periodismo, "las chicas de la prensa" son reporteras, investigadoras y redactores, columnistas y editorialistas, documentalistas, corresponsales de prensa extranjera y articulistas, como no se había observado antes.

Destacan en las diferentes especialidades de prensa, María Elba Gutiérrez, columnista y editorialista; Elena Jahnsen de Carrasco, directora de un suplemento femenino (después revista); Ana María Romero de Campero, especialista en asuntos internacionales; Amanda Dávila perspicua analista investigadora y redactora; Amalia Barrón Pareja, de gran formación profesional; Lupe Andrade, columnista; Lupe Cajías, redactora, columnista, autora de libros e historiadora; Mabel Ascui, corresponsal de prensa extranjera; Nadya Gutiérrez, excelente redactora de temas literarios, Sandra Aliaga, ágil redactora y directora de una revista, Elizabeth de Glasinovic pulcra redactora; Cecilia Moscoso; Marie France Berrín de Peró, editora de suplementos; Isabel Moscoso y así muchísimas.

En radiodifusión: Elvira Llosa, Luz Mendoza, Cristina Corrales, Lourdes Berríos, Loyda Clavijo de Rodríguez, Julieta Salazar.

En Televisión: Elvia Moya, Miriam Saavedra, María René Duchen, Gabriela Orozco, Katia Rodríguez, ya como redactoras, ya como presentadoras de noticias. Irrumpe Amalia Pando como excelente documentalista; iniciada en 1986 como redactora de un periódico de contenido político, pasa a la información radial y televisiva.

Fuente: LA PATRIA
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