“Consideraciones sobre la vida y los cuernos”, muestra que la sexualidad plena no es la felicidad plena

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En un día espacial, en el que Marcia Batista Ramos recuerda cuando vio la luz por primera vez, 13 de mayo, la escritora puso a consideración de los orureños tres de sus nuevas obras, las que fueron comentadas por reconocidos críticos.

La noche del viernes 13 de mayo de la presente gestión, en el Hotel Edén, ante una selecta concurrencia, especial fue la intervención del gerente de Latinas Editores, Iván Canelas, que con mucho acierto ponderó la virtud de Marcia, de poder interpretar la esencia del ser humano.

Y así comenzó la crítica de Canelas: “Este texto “Consideraciones sobre la vida y los cuernos”, no es un texto casual, se aleja de los géneros que más he cultivado al último y es bastante interesante.

“Toca, principalmente, el problema de la realización en el varón o mujer, la realización que todos buscamos silenciosamente…el ser felices, y nos muestra cómo de pronto los seres humanos comienzan a querer adaptarse a cierto tipo de prototipos o modelos que la sociedad ha instituido, o los tiempos o los medios de comunicación, con bastante agresividad silenciosa, nos presentan como símbolo de realización o de plenitud. Y es interesante cómo se enarbola un intento de narrativa de una persona que a través de las páginas va pues mostrando cuál ha sido su quehacer en más de medio centenario de vida y cómo ha vivido sin meditar, ni reflexionar, sin cuestionarse lo que hacía cotidianamente. Es una obra un poquito dura porque toca la temática sexual, lo que hace la relación hombre-mujer y por qué no decirlo cuestiona severamente la confusión que reina entre nosotros de que la sexualidad plena es pues la felicidad plena”, manifestó Canelas.

Aseguró que es interesante porque se llame televisión, cine o charla banal todavía cree que a muy pocos les han podido sacar de la cabeza la idea de que sin sexo no hay felicidad, y que la verdad es que habría que darle vueltas al tema, porque la protagonista de la obra, se harta de sexo, tanto que en algún párrafo señala que ella misma no recuerda cuantas parejas ocasionales ha podido tener.

“A mí me agrada porque definitivamente en el desarrollo de mi vida me he tropezado con varias personas que van por un rumbo similar --con varones y mujeres-- una especie de coleccionistas de amores fortuitos donde el hombre ha perdido el sentido un poco de la dignidad y un poco del valor de lo que es cultivar una amistad que puede devenir en una verdadera relación sentimental de amor y respeto y no nos hubiésemos convertido en una especie de fetiches sentimentales que en la cotidianidad podíamos terminar desnudos en algún lugar sin antes preguntarnos con quien”, reflexionó.

Por eso, dijo, este texto tiene un valor interesante; no es moralista, no es mojigato, pero sí es crítico y con un lenguaje y una agudeza digna de resaltarse; tal vez sea el libro que más me agrada de todos los que Marcia nos ha podido obsequiar y me agrada porque mueve los cimientos de la validación de porqué la felicidad tiene que estar unida al concepto de pareja y ella afirma en cierta medida una visión mía --mía por aprendida no por descubierta-- en sentido de que la felicidad es una condición que se cultiva en el corazón de cada uno de nosotros, individualmente de nuestra condición grupal, de familia etc. Cuando el ser humano logra volcar sus ojos hacia su propia realidad, efímera en esencia y, ojalá amparada bajo la sana concepción de la existencia de un ser supremo, necesariamente la felicidad no está condicionada a quien la rodea, sino al reconocimiento de una propia existencia que nos puede eliminar por siempre, más allá de la muerte, la valoración propia del ser humano en sí mismo va a impedir que repricemos en cierta medida los azares de baneos, tropiezos y caídas de la protagonista en cuestión, porque la felicidad no se busca, la felicidad está dentro.

Vale leer este texto, insistió Canelas, a tiempo de reconocer que es difícil narrarlo, porque Marcia se luce con un lenguaje bastante bien elaborado, un tanto enredado…necesario, pero yo les invito a que lo lean y tal vez algún día podríamos comentarlo, cuando cada cual se haya planteado su propia cruz, porque de ángeles no está poblado este planeta, cada uno tiene su compañerito oscuro, porque así somos, no vale la pena jugar a santos y hay que saber ser lo que somos.

Expresó que el desarrollo del texto es lindo, que tiene algunas partes que realmente son para sentarse y leerlas, pero solo para poder sonrojarse, porque no vale la pena leerlo con alguien al lado.

Aconsejó entender que la única forma de ser distinto a los animales es no comportarnos como animales, “así de duro es y cuando más animalitos somos y cuanto más nos llama la carne, --pucha que pecamos-- y somos más bestiecitas pues”.

Otra de las críticas que con bastante interés escuchó el auditorio la noche del 13 de mayo del presente año, fue la que realizó Esther Soto, quien habló sobre el libro “Tengo prisa por vivir”, también de Marcia.

Soto indicó que éste es un libro distinto, aunque en esa tarea de escribir, desde que empezó, Marcia recorre casi todos los géneros. “Es distinto, decíamos porque ahora busca una audiencia adolescente, abordando problemas actuales y comunes a los jóvenes de hoy, utiliza un lenguaje claro y sencillo que seguro llegará a ellos. Está escrito en primera persona y las transiciones de una historia a la otra están marcadas por capítulos que abordan específicamente una problemática particular, así encontramos las relaciones entre padres e hijos, maestros y estudiantes, entre amigos y compañeros de curso, el amor, el suicidio, el embarazo temprano, las drogas, la autoestima asociada a la imagen corporal”, enfatizó la comunicadora.

En el libro se utiliza un tono reflexivo lo que ayuda a quitar el tono moralizante desde la perspectiva adulta y hace que la protagonista por sí sola revise y aprenda de su experiencia y las experiencias de sus compañeros las lecciones que a veces los maestros y los padres no sabemos o nos negamos a dar.

El libro además, dice Soto, tiene un propósito educativo, ya que va acompañado por una guía de lectura que sugiere actividades y reflexiones que pueden ayudar a debatir los temas planteados y que generalmente por la urgencia del avance de materia no son abordados en el aula, “porque pensamos que es más importante aprender las lecciones de la ciencia y no de la vida porque no queremos entender que los jóvenes tienen prisa por vivir, aunque a nosotros nos parezca que tienen la vida por delante”.

De la misma manera, Fabrizio Cazorla Murillo se refirió a la obra “Pety Bartrón de Flores: La mujer chuquisaqueña progresista del siglo XX”, que es un esbozo biográfico de doña Pety, una mujer que realiza en toda su vida, una labor a favor del desarrollo de su municipalidad: Villa Serrano.

Cazorla aseveró que el mérito está en encontrar que en este país tenemos a muchísimas personalidades pero que por el paso del tiempo, por el olvido y por la falta de reconocimientos que se pueden hacer y más aun hacerlos en vida, es que han quedado en el anonimato.

“Es un nuevo género que ha estado desarrollando doña Marcia en toda la labor literaria que ha cumplido hasta la fecha, hemos estado advirtiendo cuentos, novelas y otro tipo de géneros, y en éste que tiene que ver con una historia de vida, quizá con un adelanto de lo que constituye la biografía como género donde se va reconstruyendo diferentes hechos, personajes, momentos en la vida de una persona y que tienen ese tinte de contar y de apasionar a la lectura de cualquier otra persona”.

Indicó que toda persona tiene a lo largo de su existencia algo que compartir, experiencias, diferentes episodios que han marcado el desarrollo de su vida y el aporte que ha generado a su comunidad.

“En este caso tenemos que advertir todos los sucesos, dificultades e imprevistos que ha pasado una mujer a lo largo de su vida y cómo va enfocando también desde su regia actitud y entusiasmo el desarrollo y el poder construir y emprender obras para su comunidad.

Tiene muchas facetas que dan cuenta de que a lo largo de la existencia de una persona como ésta, es posible encontrar un modelo de acción, un ejemplo a seguir y sobretodo dignificar el papel de una mujer que tiene mucho que dar.

Tiene enseñanzas que darnos, tiene sobre todo, una palabra enternecedora, una palabra muy íntima en la manera que se cuenta, lo que es posible contar”, Finalmente Cazorla remarcó que el mejor homenaje que puede recibir una persona es un testimonio elocuente y una manera de compartir sus obras y experiencias a través de una publicación.

Luego de escuchar a cada uno de los críticos, Marcia Batista se dirigió al auditorio y expresó un agradecimiento a Dios dueño del tiempo y de la eternidad, por permitirle cumplir un año más de vida.

“Pienso en el tiempo, que siempre entendí que pasa tan rápido, hasta que la escritora Amanda de Soria me dijo: el tiempo no pasa, el tiempo se queda en nosotros. Entonces medité que sí, el tiempo se queda en nuestras arrugas, en nuestro pelo pintado, en los recuerdos de nuestros años mozos o de cuando nuestros hijos eran pequeños…El tiempo se queda en nuestras innumerables actividades o en los años de catalepsia que experimentamos sin mayores explicaciones y cuando miramos hacia atrás lo llenamos con muchas excusas. El tiempo se queda en las cosas que pasaron por nuestro camino y supimos aprovechar o no. Mientras reconozco las oportunidades que me fueron brindadas, agradezco la entrañable alegría por tenerlos reunidos aquí y poder compartir con todos ustedes la presentación de mis escritos. Y siempre muy grata a Dios por las experiencias que me manifestó en esta vida. Por mi maravillosa familia y por tan queridos amigos, vuelvo a reiterar mis agradecimientos a todos los presentes pidiendo a Dios que los bendiga en su día a día e infinitamente”, destacó la escritora.

Fuente: LA PATRIA