Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28
Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Tiwanaku en peligro - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
No es razonable, sensato ni correcto aceptar que los aymaras de Tiwanaku, con todo el respeto que se merecen, se apropien particularmente del legado histórico que trascendió épocas gloriosas en el tiempo. Para justificar su posesión, ellos simplemente se recrean en su incursión masiva del siglo XII de nuestra era, la que acabó con una civilización magnífica en el altiplano y que a su vez revivió en el Cuzco con trascendencia importante, aunque con otras características. Llegaron como conquistadores al igual que los blancos españoles y hoy solamente tienen derecho a reclamar la propiedad compartida de las ruinas juntamente con los casi diez millones de bolivianos, mestizos en su abrumadora mayoría.
En ese marco, y para desgracia, se ha observado últimamente un creciente deterioro de las edificaciones, monumentos y todo tipo de riquezas arqueológicas de Tiwanaku y el museo colindante ante la vista y paciencia de las autoridades locales y nacionales. Lo evidente es que no existen políticas de mantenimiento y si las hay se encuentran archivadas en las oficinas burocráticas de dependencias estatales.
Lo que se está practicando en Tiwanaku con toda su herencia histórica es una virtual depredación, amparada por la negligencia del Estado Plurinacional de Bolivia, que, a través de los que hoy nos gobiernan, violenta el Art. 99.II de la Constitución que expresa: “El Estado garantizará el registro, protección, restauración, recuperación, revitalización, enriquecimiento, promoción y difusión de su patrimonio cultural, de acuerdo con la ley”. La herencia tiwanacota, de carácter histórico porque muy probablemente no seamos descendientes genéticos cercanos de esa magnífica civilización, está registrada como patrimonio de la Humanidad, reconocido por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). No obstante, se produce un descuido inaceptable en su preservación, dejando a los comunarios de ese municipio la tuición cuasi exclusiva sobre su destino, cosa que no sucede en la mayor parte del mundo con ruinas similares de invalorable importancia histórica. Son los estados centrales los que se encargan prioritariamente de su protección y mantenimiento y las instancias secundarias de poder actúan solamente como coadyuvantes.
Los comunarios, representantes de los movimientos sociales de Tiwanaku, incumplen groseramente el Art. 99.I de la Carta Magna en actual vigencia que dice: “El patrimonio cultural del pueblo boliviano es inalienable, inembargable e imprescriptible. Los recursos económicos que generen se regularán por la ley, para atender prioritariamente su conservación, preservación y promoción”, cuando cobran los montos económicos proporcionados por la visita de turistas, la mayor parte extranjeros, a las ruinas y al museo aledaño, y los destinan a fines ajenos a la preservación del patrimonio de todos los bolivianos y de la Humanidad entera por su valor intrínseco.
Y cuando ellos se proclaman dueños absolutos de ese legado histórico, es pertinente referirse al Art. 99.III de la misma norma fundamental donde se indica: “La riqueza natural, arqueológica, paleontológica, histórica, documental, y la procedente del culto religioso y del folklore, es patrimonio cultural del pueblo boliviano, de acuerdo con la ley”. No obstante, contradiciendo este texto, se han dado el lujo de impedir la visita a nuestro patrimonio a autoridades estatales, gestores culturales, periodistas y cualesquier persona que les produzca incomodidad en sus abusos a título de originarios. En mucho ya ha pasado la efervescencia de los primeros años del actual “proceso de cambio” y es tiempo de que se ponga coto a los desvaríos de gente que en el pasado fue marginada y que, a título de reivindicaciones, se extralimita en sus planteamientos y acciones.
Es urgente que el Ministerio de Culturas asuma el rol para el que fue creado y mediante el diálogo con los actores sociales y académicos se establezcan las reglas que deben primar en la administración del legado histórico de los bolivianos, atendiendo prioritariamente a su preservación antes que al sostenimiento económico de los pobladores de Tiwanaku. Para estos últimos se deben buscar alternativas que tengan que ver con la actividad multiplicadora del turismo en la economía popular.
(*)Politólogo
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.