Martes 10 de mayo de 2011
ver hoy
Cuán noble y sacrificada es la labor del periodista para que los gobernantes, gobernados y el pueblo en su conjunto estén informados de los acontecimientos que ocurren en el mundo, particularmente en Bolivia, sean estos sucesos trágicos, sangrientos, enaltecedores y también reconfortantes de acuerdo a los acontecimientos de cada caso que es analizado o informado con la mayor prontitud, veracidad e imparcialidad porque esa es la función del hombre de prensa que persigue y sostiene la libre expresión de pensamiento, no solo de él, sino del pueblo mismo.
Hoy 10 de Mayo, el periodista vuelve a conmemorar su día, constantemente amenazado por quienes quieren conculcar los derechos ciudadanos imponiendo leyes mordaza y amenazantes a las cuales siempre nos opondremos entendiendo que la libertad de prensa es un derecho vital, entendiendo que el pago que demanda la sociedad en su conjunto es la libertad de expresión, es responsabilidad de nosotros interpretar que esa libertad sin responsabilidad resultaría una burla y engaño, tan vasta y caótica como una vida sin moral.
El poder de la prensa es peligroso si no se complementa con el buen juicio de quién practica nuestra profesión, sabiendo bien que nuestro trabajo es complejo, porque el periodismo es una institución de servicio público y no puede ser utilizado con fines personalistas, inmorales o intereses no computables con esta delicada y noble profesión, tampoco utilizar en detrimento de los intereses públicos como señala la actual y sabia Ley de Imprenta que nos protege, y también protege a cualquier ciudadano y a la comunidad en su conjunto; pero actualmente, el Gobierno quiere desconocer imponiendo leyes fuera de tiesto con contenidos amenazantes, con cárceles a periodistas que denuncian actos de corrupción en estrados del Estado llamado Plurinacional o autoridad que supuestamente habría sido mellada en sus intereses ocultos y políticos.