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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Soberanía boliviana en el Silala - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Todavía existían algunos incrédulos aquí en el país y muchos más allí en Chile que dudaban sobre la ubicación del manantial del Silala, era urgente que para comenzar cualquier acción directa para recuperar esas aguas dulces se defina la soberanía boliviana sobre esa propiedad, que se ubica exactamente en la provincia Sur Lípez del Departamento de Potosí.
Una multitudinaria comisión, integrada por autoridades de la Gobernación de Potosí, parlamentarios, representantes de nuestra Cancillería y representantes institucionales llegaron hasta el mismísimo lugar donde nace el manantial del Silala, reafirmándose de ese modo, una vez más, que el cien por ciento de las aguas que riegan la región están en territorio boliviano, provienen de un manantial y no existe ningún río en la zona, salvo el curso de las aguas del Silala que han sido desviadas para uso –arbitrario– en Chile y desde hace más de un siglo.
In situ, se pudo verificar que el fabuloso manantial pertenece a la comunidad Quetena, noroeste del departamento de Potosí, ubicado en una hoyada del cerro Cabana entre los hitos 73 al 75 y a una altura de 4.500 metros sobre el nivel del mar. Desde su origen en territorio boliviano recorre algo más de tres kilómetros –de un desvío exprofesamente construido– para pasar la línea fronteriza con Chile, donde el agua dulce sirve para consumo humano de habitantes de muchas poblaciones del norte chileno, un porcentaje del liquido es utilizado también en actividades mineras de la región.
Con los datos proporcionados por las autoridades potosinas tras su visita a la zona se ratifica plenamente la soberanía nacional sobre el importante manantial que en adelante y de acuerdo a un proyecto especial deberá servir también para generar desarrollo en la apartada región, sentando soberanía en una parte de la extensa zona fronteriza, pero especialmente precautelando la propiedad de nuestros recursos naturales, como en este caso, el agua dulce que debe utilizarse para emprendimientos de riego en agricultura, un proyecto piscícola y hasta uno para generar energía en la amplia zona fronteriza.
Está claro que los planes perfilados entusiastamente con el objeto de recuperar un tesoro natural, como es el agua para la vida, deberán concretarse en tiempo relativamente breve de manera que desde las arcas del Estado se disponga los recursos necesarios para encarar la habilitación de una población civil con los mínimos servicios para comenzar un proyecto mayor que utilice un buen porcentaje de las aguas que ahora sirven en un 100% a los vecinos de Chile.
Coincidencias especiales, no precisamente de presión a ultranza sino más bien de justa posición reivindicativa de derechos, señalan que nuestra posición servirá para negociar correctamente el uso de nuestra aguas y el pago correcto por las mismas, sin olvidar claro está la “deuda histórica” que ya debía ser amortizada, por lo menos en cuotas definidas.
Ya lo dijimos en ésta misma columna, la suerte de las aguas del Silala deben cambiar de rumbo, deben servir al desarrollo regional y deben ser factor de la futura transacción diplomática que consigne “aguas dulces por aguas saladas”. Por lo menos esta debe ser la alternativa que una los criterios bolivianos en función de nuestra reivindicación marítima.
Fuente: LA PATRIA
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