Certificado de Defunción del Decreto Supremo 21060
02 may 2011
Por: Jorge Lazzo Valera
En homenaje al Día del Trabajo y con fiel obediencia a los mineros de Huanuni el presidente del Estado Plurinacional Juan Evo Morales promulgó ayer, en la Capital del Estaño y de la provincia Pantaleón Dalence, el Decreto Supremo 861 que “elimina el decreto 21060”, vigente desde hace 26 años cuando en agosto de 1985, el gobierno de Víctor Paz Estenssoro puso en vigencia una Nueva Política Económica.
El Primer Mandatario expresó que “con mucho cariño se entierra el decreto 21060”, en clara alusión al compromiso asumido con los dirigentes del combativo Sindicato de Trabajadores Mineros de Huanuni, quienes le condicionaron aceptar el incremento salarial del 10% si deroga el “decreto de la relocalización” término que se utilizó, aquella ocasión, como un eufemismo cruel, porque fue más bien de la deslocalización y el despido masivo de casi 27.000 mineros y cerca de 30.000 fabriles en el país.
Con la promulgación del Decreto 861, el Gobierno del Estado Plurinacional cumple en parte su compromiso, porque apenas se emitió el “certificado de defunción” y falta saber como será el “entierro” una vez que se promulguen las nuevas leyes de Inversiones, Minería, Bancos y Sistema Financiero, Forestal y otras disposiciones que deben reemplazar a toda la normativa jurídico legal “eliminada”.
El nuevo decreto que dispone la “eliminación (derogación) de toda disposición, norma o consideración legal basada en el DS. 21060”, instruye conformar comisiones de trabajo con la Central Obrera Boliviana, organizaciones sociales, gremiales, populares, sindicales, empresariales y de todo orden para analizar y redactar nuevas leyes que luego de ser consensuadas serán remitidas a la Asamblea Plurinacional para su aprobación.
Morales significó la dictación del Decreto 861 como el mayor homenaje a los trabajadores del mundo, porque luego de más de 20 años de neoliberalismo se quiere sepultar el decreto 21060, cual si se pudiera aplicar en las cuentas fiscales y la misma economía nacional “borrón y cuenta nueva”. La anulación, mejor dicho abrogación, del célebre decreto 21060 conlleva una serie de acciones concretas, porque hay leyes y decretos vigentes que deben ser necesariamente reemplazados para implementar un nuevo modelo económico social de Estado para garantizar un normal y adecuado manejo de la economía boliviana.
La nueva norma genérica realiza una serie de consideraciones de los perjuicios y el daño que ocasionó a los trabajadores la puesta en marcha de una “política neoliberal” de economía de libre mercado, cuando tras el fracaso del gobierno de la Unidad Democrática y Popular (UDP) el veterano líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario, Víctor Paz Estenssoro, elegido nuevamente presidente, aplicó la Nueva Política Económica para frenar la galopante inflación económica de Bolivia.
La actitud de los gobernantes que administran el Estado Plurinacional, “escuchando al pueblo”, se pone manifiesta, porque a simple pedido de los mineros de Huanuni, el presidente Morales, comprometió el financiamiento de un millón de dólares para la construcción de un moderno coliseo, con fondos del Programa “Evo cumple”.
Esa clara muestra deja ver que cuando existe voluntad política y se ponen de acuerdo el Presidente y el Vicepresidente, pueden atender con prontitud las demandas de las regiones o sectores laborales, en este caso los mineros de Huanuni; por eso me atrevo a pedir que de igual modo, ojalá puedan disponer de algunos dolarcitos para construir las viviendas productivas de los desocupados de Oruro, que esperan desde el año 2006 que el Primer Mandatario les ayude con algunos fondos del Programa “Evo Cumple”.
La situación de los desocupados es dramática, porque no tienen una fuente laboral fija y lo que es peor ni siquiera consiguen trabajos eventuales, los más están deambulando por las calles de la ciudad, para “ayudar a alguien” y poder ganarse unos centavos, que por supuesto, no les alcanza para mantener a sus familias y lo que es peor no pueden cubrir los gastos que demanda la salud y educación de sus hijos.
Si bien el “decreto maldito” ha sido “enterrado”, ahora se debe pensar con entera responsabilidad en el desarrollo productivo y además en la preparación de una política minera nacional y otra que garantice la generación de empleos a partir de la instalación de nuevas industrias y la dotación de servicios, para así proteger y plasmar el derecho al trabajo que tienen todos los bolivianos.
Sólo resta esperar las reuniones de las comisiones que diseñen un nuevo modelo de economía que sirva y aporte con el cambio anunciado por nuestros gobernantes. Ojalá así sea en el corto plazo, mientras tanto réquiem para el 21060.
(*) Periodista
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