Papa Juan Pablo II fue un personaje que inspiró unidad y solidaridad
01 may 2011
Fuente: LA PATRIA
Testimonio de la hermana Gabriela Chodzinska
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
El Papa Juan Pablo II, Karol Wojtyla, fue un personaje que inspiró unidad y solidaridad, antes y después de su muerte, es lo que se pudo advertir en la narración que hace la hermana de la Divina Misericordia de Jesús y María, Gabriela Chodzinska, respecto a su presencia el 2005, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, para ver por última vez al Pontífice.
Cuando se supo de la muerte del Papa Juan Pablo II, todos querían ir a Roma incluyendo la hermana Gabriela Chodzinska, para ver el funeral del Papa, pero ella, recibió la noticia de que no podría ingresar a la Basílica.
Resignada por la noticia, no perdió la esperanza de ver por última vez la figura del Santo Padre y esperó pacientemente haciendo fila para ingresar, junto a ella estaban personas de diferentes nacionalidades, entre ellos polacos e italianos.
Para poder ingresar a la Basílica transcurrieron 12 horas, en ese periodo, ella observó que la gente estaba cansada pero aún así esperaron su oportunidad, en ese lapzo se generaron lazos de amistad y solidaridad, puesto que si a alguien le faltaba un plato de comida, agua o abrigo, los italianos gentilmente les bridaban su ayuda.
Pero también estaba la presencia de la Cruz Roja y médicos como forma de prevención en caso de ocurrir alguna emergencia, porque las personas no tenían un lugar para descansar puesto que todos debían caminar o esperar parados.
Cuando le llegó el momento a la hermana Chodzinska para ingresar a la Basílica, que fue alrededor de las tres de la madrugada, le dijeron que tenían que esperar una hora más porque tenían que realizar la limpieza, ese tiempo aprovechó para observar detenidamente el balcón que antes fue ocupado por su Santidad, se podía distinguir, de lejos, que las ventanas estaban cerradas.
También se podían escuchar las encíclicas de Juan Pablo II, que se daban lectura en todos los idiomas además del Evangelio, en una pantalla gigante donde se podía observar lo que ocurría en la Basílica.
Luego de una larga espera la hermana logró ingresar, en ese momento se dio cuenta que no era la única que portaba una bandera con una cinta negra en representación del luto que se vivía, pero para aproximarse al lecho del Pontífice, las banderas debían ser entregadas a un responsable para luego ser devueltas, con la finalidad de no estorbar la vista al resto del público que quería ver al Santo Padre.
La hermana al estar frente al Papa, tuvo cuatro minutos para orar, sacar una fotografía como recuerdo y despedirse del Pontífice, este hecho significó mucho para la católica porque el Vicario de Cristo, fue una persona que llevó el mensaje de Dios, hasta el último rincón del mundo. En ese tiempo también pudo observar que había reclinatorios para que pudieran aproximarse los obispos y presidentes de todas las naciones.
Además pudo ver el rostro del Santo Padre como si estuviera afligido, pero a la vez se dibujaba una leve sonrisa. Luego ingresó a una habitación donde las personas que así lo deseaban podían dejar cartas para el Sumo Pontífice, agradeciéndole por sus obras y otros dejaban banderas.
Nunca he visto tantas personas y que cada una se ayudaba mutuamente, las oraciones eran permanentes al igual que las canciones y en diferentes idiomas, proclamando el nombre de Juan Pablo en varias oportunidades como si esperaran que él se dirigiera una vez más al pueblo, “ahora hay que seguir el camino que él nos dejó”.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.