Este 1º de Mayo, Día Internacional de Trabajo y del Trabajador, se presume que el Señor Presidente anunciará nacionalizaciones y la derogatoria del 21060.
Sólo quiero advertir que en esta época donde los precios de las materias primas hacen que el país únicamente se dedique la explotación extractiva de los mismos y comerciar sin dar el valor agregado a los mismos es antirrevolucionario.
El Gobierno está obligado a romper con la estructura monoproductora de materias primas basadas en minería e hidrocarburos principalmente debido a que generan una “cultura rentista” que no permite crear un sector industrial generador de empleo que distribuya el ingreso, fomente la inversión, amplíe la base impositiva, que se genere empleo y que estimulen el espíritu empresarial “y no el asistencialismo estatal” y el “clientelismo partidario”. Si el gobierno de Evo se dice revolucionario. ¡Esto es lo que tiene que hacer!
Hoy hasta la Cuba comunista está tratando de cambiar modificando su modelo político y económico proponiendo: Descentralización, autogestión empresarial, estímulo a la iniciativa privada y al trabajo por cuenta propia. Propone también que se mantendrá la planificación sin ignorar las tendencias presentes en el mercado. Nos parece también oportuna la sentencia de los líderes chinos, quienes decían que “no importa de qué color es el gato, lo importante es que cace ratones” refiriéndose a su línea ideológica.
En China los resultados de esta apertura la han llevado a lo que es hoy “la gran fabrica mundial”, donde cientos de millones de chinos han dejado la pobreza y tienen mejores condiciones de vida y de salario.
¿Cuáles han sido las características económicas en nuestro país en estos últimos años? Las exportaciones de hidrocarburos y de minerales han fortalecido la situación externa y fiscal, pero la inflación se aceleró, la inversión se mantuvo baja ante la falta de seguridad jurídica y falta de seguridad ciudadana, la creciente actividad de narcotráfico, la inoperancia del Estado y las permanentes tensiones políticas que ahuyentan la inversión privada y nacional, factores que han impedido reducir la pobreza, la falta de empleo y la desigualdad en la que viven muchos bolivianos.
En Bolivia las reformas económicas han logrado un lento avance en el crecimiento, diversificación y consolidación de mercados para la débil oferta exportable nacional por lo que se hace necesario sustituir la visión que orientó las reformas económicas, y que se resume en el concepto de “más mercado y menos Estado”, por una visión que apunte a “mercados que funcionen bien y gobierno de mejor calidad”.
Señores gobernantes no destruyan lo que tenemos, construyan el futuro y no sólo su proyección política con su discurso trasnochado, si son revolucionarios hagan la revolución del empleo, hagan la revolución de la inversión, hagan la revolución de ampliar la base impositiva, (cientos de miles de cocaleros que paguen impuestos) estimulen la iniciativa privada nacional y extranjera, si son revolucionarios combatan a la corrupción al interior de su propio partido (púrguense), si son revolucionarios demuestren esa capacidad, sino: Son contrarrevolucionarios y el pueblo os juzgue. Viva el 1° de Mayo. Gloria y honor a los caídos en Chicago, y gloria y honor a los miles de trabajadores caídos en las dictaduras, que su ideal no ha muerto sigue vivo en el corazón de cada boliviano que anhela libertad, mejores condiciones de vida y de trabajo.
(*) Doctor, Vicerrector de la UTO
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