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Domingo 01 de mayo de 2011

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Revista Dominical

En demanda de las 8 horas de jornada laboral

350.000 obreros dieron origen a la celebración del Día del Trabajador

01 may 2011

Fuente: LA PATRIA

Una conquista que desde Chicago favoreció a los trabajadores del mundo • Por: Mónica V. Aramayo Quinteros - Editora General LA PATRIA

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Transcurría el año de 1829 y algunos trabajadores se organizaron para demandar a la legislación de Nueva York, la vigencia de las 8 horas de trabajo, protestando así contra la imposición de 12, 14 y hasta 18 horas de trabajo a cambio de magras remuneraciones, pero, es a partir de 1886 que la demanda de los trabajadores cobra mayor vigencia hasta la consolidación de esta reivindicación social.

Chicago (1886), por entonces, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos fue el escenario donde los trabajadores de diferentes sectores comenzaron a gestar reivindicaciones, que sin lugar a dudas costó sangre y sacrificio que quedaron plasmados en la historia.

La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista (algunas fuentes señalan el origen anarquista).

En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta organización había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer promulgar leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor cantidad de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas, reduciendo el paro.

Fue entonces que la conciencia colectiva motivó a por lo menos 350.000 trabajadores de diferentes rubros a declarar una movilización laboral, potenciada por una huelga general hasta conseguir el objetivo, que sólo representaba el cumplimiento de la norma, conocida como la “Ley Ingersoll” promulgada por el presidente estadounidense Andrew Johnson. Las movilizaciones implicaban la decisión de los obreros de no declinar hasta conseguir el objetivo colectivo.

Algunos sectores conservadores, calificaban la protesta como “indignante e irrespetuosa”, “delirio de lunáticos, poco patriotas”. Pero, el objetivo fue alcanzado y tres años más tarde en el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional Obrera realizado en París, se declara al 1 de Mayo, como Día Internacional del Trabajo, en homenaje a la lucha de los hombres, conocidos como los Mártires de Chicago, y otros miles que los acompañaron.

Según narraba la prensa del siglo XIX, de manera particular el New York Times, la movilización fue desahuciada y lo que a los empresarios les parecía lo peor, era que se estaba desestabilizando la economía naciente y próspera.

Consolidada la movilización, en los días posteriores sólo la fábrica McCormik, dedicada a la producción de maquinaria agrícola, estaba en funcionamiento gracias a la labor de los “rompehuelgas”. En las puertas de dicha industria se produjo una manifestación, donde producto de la intervención policial se reportaron seis muertos.

UN PERIODISTA

Allí estuvo el redactor alemán Adolf Fischer, del periódico anarquista, Arbeiter Zeitung, quien se trasladó hasta su fuente de trabajo para escribir la siguiente proclama:

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!

¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!

Fue éste mensaje que se utilizó en su contra para condenarlo a la horca, junto a otros rebeldes. Pero en ella, Adolf Fischer, emitió la convocatoria a una revuelta en la plaza de Haymarket (4 de mayo) donde asistieron más de 20.000 trabajadores que fueron reprimidos y atacados por policías, habiéndose producido la muerte de un sin número de manifestantes y luego se declaró un estado de sitio y toque de queda.

Lo que se conoce también como el “Crimen de Chicago” costó la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales; otros miles fueron despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados.

MÁRTIRES DE CHICAGO

La historia recuerda a por lo menos ocho protagonistas conocidos como los “Mártires de Chicago”, quienes fueron sometidos a procesos judiciales con total vulneración de las leyes, pero, sus nombres están escritos en los anales de las organizaciones sindicales.

El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución del tipógrafo alemán, Georg Engel, de 50 años, Adolf Fischer, (alemán), 30 años, August Vincent Theodore Spies, (alemán), 31 años,. Albert Parsons, estadounidense, 39 años, los tres periodistas, además de Louis Lingg, también alemán, 22 años, carpintero que para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.

Entre otros están: el inglés Samuel Fielden, de 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua, Michael Schwab, alemán de 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua y Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.

BOLIVIA

En Bolivia, se celebra el 1 de Mayo como Día del Trabajo, desde 1906, cuando un sindicato de obreros paceños organizó una pequeña kermesse. La conmemoración fue creciente con la adición de los sindicatos mineros y ferroviario.

Y es a partir de 1952 que el movimiento obrero toma mayor peso en la actividad socio política de Bolivia, con la naciente Central Obrera Boliviana (COB). La organización de los sindicatos bolivianos se originó en las fábricas Cervecería Boliviana Nacional y Salvietti, con poco poder y débiles bases, hasta que los mineros, con su Tesis de Pulacayo, pusieran en papel las reivindicaciones laborales para el proletariado en 1946.

Esta Tesis originaría el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que con apoyo de las bases mineras y campesinas llegaría al poder en 1952, dándole al movimiento fabril leyes que normarían las condiciones de trabajo.

REFERENCIAS DE CONSULTA:

es.wikipedia.org

www.boliviabella.com/dia-del-trabajo

Fuente: LA PATRIA
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