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Sábado 30 de abril de 2011

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Revista Tu Espacio

Música de la A a la Z

30 abr 2011

Fuente: LA PATRIA

Por: Xuank Treviño Meneses

Tercer excurso del cuarto año de Música de la A a la Z, en el que les proponemos abordar uno de los conceptos musicales de mayor relevancia en el continente, claro está con trascendencia mundial, les recordamos que en esta temporada nos propusimos sintetizar la escena pop rock actual, sin obviar a bandas latinoamericanas, por tanto viajemos ahora mismo hasta la capital del rock suramericano, la gran Buenos Aires (Argentina), más específicamente hasta el barrio porteño de Villa Luro, junio de 1994… melóman@s bienvenidos, hoy atracamos en la letra “C” de Catupecu Machu.

Este proyecto tuvo un comienzo extremadamente complicado, superado por la tozudez y motivación energética, transitando por la escena underground bonaerense, de hecho el primer disco de estudio publicado en 1997 refleja estas ganas de comerse al mundo de un bocado, titulado ¡Dale! y luego de un año la segunda parte de este emprendimiento, A Morir!!!, productos discográficos que encierran experimentaciones sonoras y líricas que transgreden lo establecido hasta ese instante.

Este particular momento de Catupecu Machu, liderado por los hermanos Fernando y Gabriel Ruiz Díaz (este último quedó auto marginado del proyecto desde el 2009) y secundado por Agustín Rocino, Macabre, además de Sebastián Cáceres, se enmarca en la catedral del rock argentino, la discoteca Cemento, con presentaciones espectaculares y llenas de adrenalina, pues inclusive sus seguidores registraban sus performances en cassettes, hecho que posteriormente fue recuperado para su colección propia, por cierto mencionaron alguna vez la posibilidad de publicarlas en un disco recopilatorio.

El funk, el hard y la música industrial desde luego con bases rock, marcaron la publicación continua de sus posteriores propuestas sonoras, como Cuentos Decapitados (2000), Cuadros Dentro de Cuadros (2002), El Número Imperfecto (2004), Laberintos Entre Artistas y Dialectos (2007) o su más reciente disco de estudio, el noveno en su prolífica carrera; sin embargo, al empezar el nuevo siglo, se nota en sus productos un mayor cuidado estético, tanto en sus letras como en su sonido, que ingresó a coger algunos géneros de la electrónica proporcionando así gracias a Calabre (tecladista) y al gusto por el proyecto británico Depeche Mode de su cantante y líder Fernando Ruíz, su sonido característico.

Esperamos tener la oportunidad de disfrutar alguna vez de la energía de esta banda en territorio boliviano, pero esto lamentablemente se torna muy difícil, porque dependemos de empresarios que buscan solamente lo lucrativo, promocionando a grupos que no vale la pena nombrar, esto significaría más canas verdes…¡Adiós y Buena Suerte!.

Fuente: LA PATRIA
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