Otros gozarán del árbol de la libertad
• Por: Eduardo Quillaguamán Sánchez
Lograda la independencia de Bolivia, José Santos Vargas, llamado “El Tambor” se retira al pueblo de Pocusco, en la jurisdicción de Mohoza, dedicándose a la agricultura y convirtiéndose en un “indio tributario”. Pero su mente estaba siempre aferrada en publicar su diario, donde narraba sus vivencias guerrilleras (1814-1825) En ese sentido, en 1853 le pide al Presidente de la República, Manuel Isidoro Belzu, ese beneficio. Empero, las trabas burocráticas impiden su publicación.
Decepcionado José Santos regresa a su tierra de Pocusco, llevándose su solicitud y su diario, colocando en el frontis del mismo con cierto sarcasmo lo siguiente: “No eran los guerrilleros de los valles, aun habiendo escrito diarios los llamados a gozar de los frutos del árbol de la libertad”. Cuánta razón tenía, porque quienes se hicieron del poder y lo gozaron fueron los de la aristocracia criolla, muchos de ellos nunca habían empuñado un arma o eran realistas en tiempo pasado.
Este diario estaba mucho tiempo perdido entre los documentos de la Biblioteca Nacional de Bolivia, quien lo descubrió fue don Gunnar Mendoza. La primera edición fue expedida por la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca en 1952, la segunda se editó en México en 1982.
Don Gunnar Mendoza nació en Uncía en 1904, fue hijo del gran escritor Jaime Mendoza. Uncía, donde Patiño hizo su fortuna; donde se produjo la primera masacre de mineros en 1924 y como consecuencia se dictó la primera legislación laboral. Algo que quedó en el olvido y es justo recuperar fue la valiente resistencia de los trabajadores mineros en Miraflores, población separada de Uncía apenas por una línea férrea, contra el Ejército en el golpe de 1980, cuando éstos querían tomar las minas de Catavi y Siglo XX. Fue toda una noche de lucha implacable, este hecho parece ser que evitó la toma de esas poblaciones mineras.
A propósito de don Jaime Mendoza, nació en Sucre, se recibió de médico en la Universidad de San Francisco Xavier, su carrera profesional la realizó en los centros mineros de Uncía, Llallagua y Catavi, cuyas vivencias le inspiró a escribir su magnífica obra: “En las tierras del Potosí”, donde narra con pasión, emotividad y lujo de detalles, la triste subsistencia de los mineros y sus familias en los primeros años del siglo XX.
Volviendo a don Gunnar Mendoza, su nombre está ligado al Archivo y Biblioteca Nacional de Bolivia, se preocupó sin descanso de recuperar, organizar y preservar la memoria documental del país. Merced a su trabajo de archivista por más de 50 años se logró recuperar el Diario del Tambor Vargas, La Historia de la Villa Imperial de Potosí, de Bartolomé Arzans Orsúa y Vela y otros. Ese fue su gran legado, aparte de otras obras escritas por él.
Este artículo y el anterior tuvo como base la introducción que hizo el historiador don Gunnar Mendoza a la segunda edición del libro titulado: “Diario de un Comandante de la Independencia Americana” 1814 - 1825, escrito por José Santos Vargas conocido como “El Tambor” y que actuó en las guerrillas de Ayopaya y Sicasica. (La Paz, Cochabamba y Oruro). Por su importancia y valor histórico y como un reconocimiento a José Santos Vargas, ejemplar orureño, este libro debe estar en todas las bibliotecas de los centros educativos, sirviendo ante todo como material de consulta Por lo que requiere una mayor divulgación. Esa fue a grandes rasgos la vida y obra de éstos dos historiadores; “El Tambor Vargas” y Gunnar Mendoza, que marcharán siempre juntos a través de la Historia.
(*) Profesor de historia del Centro Integrado “Carmen Guzmán de Mier”
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