Este 1 de Mayo se espera salarios justos y rentas dignas
30 abr 2011
Fuente: LA PATRIA
Los últimos movimientos de protesta y reclamo que se han producido en el país, tienen un justificativo pleno y absoluto al haberse desequilibrado el poder adquisitivo de los salarios y el valor real de la canasta familiar, ésta última que subió por las nubes y el pago mensual que perciben los trabajadores rebajado a nivel del suelo, como se mencionó en las gestas reivindicatorias de nueve días que culminaron aceptando un punto, quizás dos de incremento en los salarios generales.
Si la economía se desfasa por malas operaciones administrativas como sucedió con la intentona de aplicar el “gasolinazo”, lo mínimo que correspondía era evitar la instauración irregular de un nuevo patrón de precios, toda vez que se dio marcha atrás en el desafortunado decreto de fin de año, que pese a quedar archivado produjo un efecto que aún se siente con fuerza de manera particular entre las familias de escasos recursos y salarios inequitativos.
Parecería que la posición de nivel económico en que se desenvuelven los altos personeros de Estado, no da margen a observar con el lente de la realidad lo que cotidianamente sucede en los centros de abasto y escuchar además las quejas de las amas de casa, que no pueden “estirar” sus pocos billetes para cubrir la diferencia de precios, siempre en ascenso, aunque según los estrategas gubernamentales, simplemente no hay inflación.
Para quienes nos gobiernan, la situación vigente es “transitoria” y no significa un problema mayor para contenerlo y solucionarlo… pero la realidad es otra, como lo expusieron por ejemplo los jubilados y rentistas del país, una mayoría de esos ex trabajadores que pese a su edad son “cabeza de familia” y tienen obligaciones que no pueden ser satisfechas con las rentas de hambre que sólo tendrán un incremento del 6,5%, mientras el desnivel económico real fluctúa entre un 15 al 20 por ciento, que se vuelve pérdida presupuestaria hogareña.
El “país de las maravillas” no es tal en materia económica, el cambio propuesto hace más de cinco años en sentido de mejorar la vida de los bolivianos todavía no ha llegado, mientras parecería que los gobernantes viven en la cómoda “isla de la fantasía” donde sobra todo y nada falta. Un buen argumento de celuloide.
Es comprensible que los trabajadores busquen recuperar el valor efectivo de sus ingresos laborales, sea mediante salarios o utilidades provenientes de los negociosos vigentes en la informalidad, precisamente por carencia de empleos, o la situación más dramática de los jubilados que tienen iguales o mayores obligaciones y reciben un mísero paliativo que de ningún modo podrá satisfacer la obligación de alimentarse como corresponde. Esto significa permitir una de las mayores injusticias en un régimen que se precia de revolucionario, que lucha por la igualdad y la justicia… nada más incongruente.
Ante el panorama vigente, con posiciones muy claras entre los trabajadores activos y entre los pasivos que no han resignado su lucha por salarios y rentas justas, nos llega la celebración del 1 de Mayo, emblemática fecha de festejo mundial en el Día del Trabajo, que ojalá en nuestro país tuviera como presente para la gente de la acción productiva un paquete de medidas que no sólo vayan a cambiar partes del D.S. 21060, sino más bien a estructurar un Estado de equidad y justicia, con empleos seguros para trabajadores activos y con un presupuesto de gasto público que no discrimine a los pasivos. El resto no pasará de ser otra ocasión para desatar la parafernalia política del último tiempo.
Fuente: LA PATRIA
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