Gobierno salió debilitado con su prédica demagógica del “proceso de cambio”
25 abr 2011
Fuente: LA PATRIA
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El gobierno del MAS (Movimiento Al Socialismo) salió muy debilitado políticamente del conflicto en torno al incremento salarial. Todas las ilusiones en la condición indígena y campesina del presidente que se despertaron inicialmente en los oprimidos se han esfumado, ya nadie puede creer en la prédica demagógica del “proceso de cambio”, en las poses anti-imperialistas del gobierno, en su falso nacionalismo que se agota en buscar apenas un mejor trato por parte de las transnacionales pero sin afectar sus intereses ni el control que tienen en la explotación de nuestros recursos naturales estratégicos, sustentó el ejecutivo de la Federación Departamental de Trabajadores de Educación Urbana de Oruro, Daniel Ordoñez Martínez.
El Gobierno reaccionó como fiera acorralada por la poderosa arremetida de los asalariados en todo el país, buena parte de los cuales se volcaron a la ciudad de La Paz, rechazando el miserable incremento salarial, en tanto que el oficialismo mostró uñas y dientes amenazantes contra los combatientes, revelando su odio mortal contra los sectores políticamente más esclarecidos, sostuvo Ordoñez.
“Así, lejos de amedrentar a los trabajadores, sólo consiguió poner en evidencia su verdadero rostro de gobierno defensor de los intereses de las grandes empresas transnacionales que ahora, bajo la ficción de socias del Estado, continúan desangrando al país y de la burguesía nativa, integrada por latifundistas, empresarios privados, banqueros y otros, que engordan y se enriquecen mientras la miseria de la mayoría explotada del país se agrava día a día por la subida sostenida de los precios de la canasta familiar”, manifestó el principal dirigente del magisterio.
Asimismo indicó que una vez más, se confirma la justeza del programa revolucionario de la clase obrera: No puede haber “proceso de cambio” alguno, en tanto se respete e imponga el principio de la intangibilidad de la propiedad privada, sobre todas las cosas, que en el caso nuestro significa convivencia con el imperialismo. La esencia de la política burguesa no cambia aunque el presidente sea indígena y cocalero en lugar de un burgués de cuello duro.
En cuanto a la movilización en sí, Ordoñez sostuvo: “Una vez más, al interior de la movilización y al calor de la batalla, se enfrentaron la corriente revolucionaria del magisterio (trotskista) y la conservadora burocracia sindical de la COB y de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia, que buscó desesperadamente una salida conciliadora con el gobierno pero que, por la presión de las bases radicalizadas, tuvo que posponer apostando a que el ímpetu de los combatientes movilizados se debilite por cansancio. No nos cabe la menor duda sobre que la burocracia sindical acabaría claudicando frente al Gobierno, dejando de lado los objetivos de la lucha, cuyo eje fue la demanda de un salario que cubra el costo de la canasta familiar, fue una lucha política porque puso sobre el tapete el problema de si el régimen burgués del que es defensor el presidente es capaz de dar de comer a sus esclavos (salario mínimo vital) o tiene que matarlos de hambre para poder seguir vigente”.
En este sentido puntualizó que las corrientes conciliadoras con la política burguesa se limitaron a negociar unos cuantos puntos porcentuales más sobre el 10% decretado. Los revolucionarios exigimos lo mínimo indispensable para poder comer y sostener a nuestras familias, dijo.
“Superar el atraso y los problemas de los explotados, entre ellos los bajos salarios, supone transformar este modo de producir. Expulsar a las transnacionales como medida necesaria para asumir el control sobre nuestros recursos naturales, industrializar estos recursos, resolver el atraso del campo superando el minifundio improductivo y el latifundio acaparador, organizando la producción agrícola en grandes granjas de propiedad comunitaria (colectiva) mecanizadas para producir intensivamente”, propuso Daniel Ordoñez.
El problema de la política en un país atrasado como Bolivia se sintetiza en el dilema de la posibilidad del desarrollo de las fuerzas productivas dentro de los límites capitalistas o bien la destrucción de la propiedad privada y de los medios de producción para permitir ese desarrollo, finalizó.
Fuente: LA PATRIA
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