Al concluir la Semana Santa nos dirigimos a dar gracias a nuestro Dios por haber resucitado y también porque habíamos creído en que la paz y la tranquilidad retornarían a nuestras ciudades luego del acuerdo suscrito entre el Gobierno y los dirigentes de la Central Obrera Boliviana por el cual algunos trabajadores asalariados recibiremos un aumento del 12 por ciento.
Grande fue mi asombro cuando me enteré por un yatiri que me dijo en la oreja que las marchas de protesta y los bloqueos continuarán en los próximos días, lo que me llevó a decir “parece que a los bolivianos nos gustan los zafarranchos”.
¿Cómo saber lo que verdaderamente nos sucede…? Recurrir a mis amigos cochabambinos que saben mucho más que yo y Macacha juntos para lo cual volvimos a Cochabamba aprovechando de que tengo una motocicleta Harley Davidson y una comadre chola que la maneja y me colabora en todo.
En pocas horas arribamos a la ciudad del Rocha River y nos dirigimos al Bar. Comercio (el Barco) donde se realizaba un Foro-Debate con el sugestivo título de “el hambre es una en un enfermedad que sólo se cura comiendo”.
Esta actuación cultural fue organizada por el Ateneo Pericles que agrupa a varios pensadores greco-cochabambinos dirigidos por mi amigo Aristóteles Giorgiadis Quiroga, descendiente de Dan Giorgiadis que fue Director Técnico del Club Bolíar hace muchas décadas.
Cuando Macacha, yo, y mi motocicleta llegamos al Bar Comercio varios cochabambinos habían analizado ya las declaraciones públicas del cochabambino Vicepresidente del Estado Plurinacional Multicolor y Folclórico y habían destrozado su tesis de que la ola de marchas y bloqueos en todo el país había sido un intento fallido de derrocar al gobierno de nuestro presidente Evo.
Un inteligente pensador de Quillacollo analizó también aquellos episodios y dijo que aquellos continuarían mientras los trabajadores bolivianos sigamos sintiendo hambre a pesar del aumento insuficiente del 12 por ciento. El quillacolleño fue muy aplaudido y nos invitó a comer chicharrones en Quillacollo en el mes de abril del año 2040.
Una guapa señora de Colcapirua, pariente de la Concejal cochabambina Ninoska Lazarte intervino pare explicar que no es verdad que a los bolivianos nos guste vivir permanentemente en emergencia, ejecutando marchas y bloqueos y que nos agradaría vivir en paz y tranquilidad asistiendo a nuestros empleos y negocios sin zozobra alguna, pero que ese tiempo está lejano, lo cual nos obliga a vivir en medio de sobresaltos.
El Foro-Debate concluyó con una sesuda intervención de mi admirado amigo Aristóteles Giorgiadis Quiroga quien afirmó que seguiríamos viviendo tiempos de zozobra mientras muchísimos trabajadores bolivianos continuemos sintiendo hambre en medio de una crisis que nunca concluye.
Naturalmente no hubo ningún almuerzo Macacha y yo nos resignamos a servirnos un refrigerio en Patacamaya durante el viaje de retorno.
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