El psicólogo responde:

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Hola, tengo quince años y hace un tiempo que tengo unos amigos bien fregados un poco mayores que yo. A mis papás no les gusta para nada.

Me riñen porque he estado llegando tarde a mi casa, saben que vamos a jugar al taco, me han visto fumando, incluso me han pescado con tufo a trago.

Hemos peleado con otros chicos y he llegado a mi casa con un ojo cerrado. Hemos salido a pintar paredes con spray, pero lo grave ha pasado hace unas semanas porque le hemos pegado a un señor que estaba medio borracho.

Me he comenzado a asustar pensando hasta dónde podemos llegar, pero cuando no quiero salir con ellos me dicen que soy un marica. No sé qué hacer en este momento, pero no quiero que mis papás sepan todo lo que ha pasado.

Querido amigo:

Si tus padres ya saben parte de la historia, ¿no crees que estén preocupados por tu comportamiento?

Aun eres menor de edad y eres dependiente, tienes unos padres, tienes un hogar al que por lo menos debes respeto.

Es importante saber marcar los límites. Si tus padres te han dado algunas libertades es porque confían en ti. No sobrepases ni abuses de esa confianza.

Lo importante es no perder la confianza de tus padres y peor aún, confundir el miedo con el respeto. Si en algún momento tienes privacidad en tu vida es bueno mantener secretos y asimilar por tu propia cuenta lo que está pasando, de esta forma sabrás tomar decisiones y reforzar tu autoestima y personalidad.

Sin embargo, si estás metido en problemas muy graves de vida o muerte o que te involucren en algo mucho más fuerte como peleas, asesinato, ritos satánicos, o adicciones e incluso alcoholismo, lo mejor es que hables con tus padres, para que te puedan ayudar a superar estas etapas desestabilizadas en tu vida, y puede ser con un profesional en el ramo, para tener mejores resultados. En este momento, éste es tu caso: Habla con tus padres para recibir su ayuda. No sea que mañana se enteren de tus andanzas cuando estés preso en alguna instancia policial para menores.

Hay un viejo refrán: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Las personas con las que te estás juntando no son buena compañía, es mejor alejarse de ellos antes de que las cosas se compliquen. Toma mucho en cuenta las consecuencias de tus actos y no vuelvas a incurrir en lo mismo. Lo que haces hoy marca tu futuro. Piénsalo.

Nunca es bueno reprimir a los hijos adolescentes respecto a sus inquietudes y curiosidades, sin embargo, tienes que conocer las consecuencias de sus actos y los peligros que corre tu vida cuando hay extralimitaciones.

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Fuente: LA PATRIA