Vía crucis recorre el "calvario" de inmigrantes por el Sur de México
21 abr 2011
Fuente: México, 20 (EFE).-
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Un vía crucis ecuménico de tres días comenzó hoy (ayer) en el Sur de México para denunciar el "calvario" que a diario sufren los indocumentados que cruzan el país arriesgándose a ser víctimas del crimen organizado y las autoridades corruptas.
"Lo que va a hacer el vía crucis es poner un espejo de lo que está pasando con los migrantes y lo vamos a hacer en vivo, para recordar todos esos hechos que hemos estado viviendo; no hay más que el calvario de Jesús en la persona del migrante", dijo a Efe el sacerdote católico Alejandro Solalinde.
El también director del albergue Hermanos en el Camino indicó que con esa iniciativa lo que se busca es dar "un golpe a la conciencia", para despedir "una época corrupta, injusta y excluyente" y avanzar hacia un proyecto incluyente.
"No es una protesta de un grito, baldía, es un lenguaje de símbolos que nos tienen que conmover, que llevar a cambios", señaló.
La primera estación del Vía Crucis se celebró hoy (ayer) en Tecun Uman (Guatemala), donde cuatro activistas y una decena de migrantes cruzaron el río Suchiate para realizar ya en suelo mexicano la segunda estación.
En pocas horas eran ya veinticinco los participantes.
Un indocumentado hondureño, Carlos, hace de Jesucristo: "Si el Instituto Nacional de Migración (INM) no lo agarra va a ser Cristo hasta el final", dijo a Efe Rubén Figueroa, uno de los activistas que le acompaña.
Cada estación de las que forman el recorrido tiene un motivo relacionado con la inmigración: en la primera caída de Cristo, prevista en Tapachula, por ejemplo, se recordará hoy (ayer) mismo la trata de personas y sus horrores.
Los participantes, convocados por varias ONG y que aumentan a medida que avanzan, viajarán hoy (ayer) a pie y en camioneta hasta La Arrocera, un paraje del municipio de Huixtla donde se han registrado casos de abusos de los migrantes que se dirigen hacia el norte de México para cruzar a Estados Unidos.
Más tarde pasarán por poblaciones como Mapastepec, Tonalá y Arriaga, todas ellas en Chiapas, el estado más meridional de México.
Mañana están previstas tres estaciones más, una dedicada a los albergues solidarios, otra que evocará "La Bestia", como se conoce el tren que recorre México de sur a norte con los indocumentados encaramados a él, y una más que recordará a los despojados, en Juchitán, ya en el estado de Oaxaca.
El Viernes Santo el tramo final de la actividad estará dedicado a las madres de los que emigran, incansables buscadoras de aquellos que desaparecen, a los cementerios, secuestros y masacres, especialmente la de 72 centroamericanos y sudamericanos ocurrida en agosto pasado en el estado nororiental de Tamaulipas.
Para Marta Sánchez Soler, impulsora de la iniciativa y representante del Movimiento Migrante Mesoamericano, el vía crucis permite en plena Semana Santa recordar tragedias como la matanza de 145 personas, cuyos cuerpos fueron hallados en varias fosas este mismo mes en Tamaulipas, atribuida al grupo criminal de Los Zetas.
"Los centroamericanos dicen que México es un cementerio de migrantes, por todos lados están. En Arriaga hay tumbas sin nombre, en todos los del sureste las hay, y en todo México está desapareciendo gente", afirmó.
El vía crucis culminará con una última estación inspirada en la Resurrección de Jesucristo, que busca presentar a los inmigrantes como gente que aporta e innova.
"En este caso queremos dar la idea del migrante como una fuerza vital que está generando (...) una dinámica nueva en la sociedad", comentó Sánchez Soler.
Frente a todo ello, "la complicidad, la culpabilidad y la omisión, en el mejor de los casos", de unas autoridades que en todos los niveles no han sabido ponerle freno a los abusos.
Según el más reciente informe sobre la materia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al menos 11.300 migrantes fueron secuestrados de abril a septiembre de 2010.
Además de los albergues, también impulsan el recorrido las ONG Paso a Paso Hacia la Paz, Nuestros Lazos de Sangre, Familia Latina Unida y la Alianza Braceros del Norte.
Datos oficiales señalan que cada año unos 300.000 indocumentados, en su mayoría centroamericanos, cruzan por los 1.000 kilómetros de frontera que comparte México con Guatemala y Belice para tratar de llegar a Estados Unidos.
Fuente: México, 20 (EFE).-
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