Ciudadano muere en vía pública tras adolecer una enfermedad

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Los últimos minutos de vida de Emilio Mejía Cumara, se volvieron en una pesadilla, quien con 68 años encima trató de vencer a la muerte, sin embargo, su objetivo no se dio y por el contrario su corazón dejó de latir en plena vía pública, Avenida Gasoducto y Calle “7”, y dejó este mundo causando pesar en las personas que lo conocieron, todos vecinos de su zona.

Eran aproximadamente las 09:30 horas cuando la víctima se dirigió a una posta sanitaria de la zona, seguramente por padecer de una fuerte hemorragia nasal que padeció horas antes y tras observar esos indicios en su casa, ya que había sangre por los alrededores de su pequeña habitación.

Por su mala suerte, el centro sanitario estaba cerrado y no le quedó otro remedio que volver a su domicilio, sin embargo, cuando caminaba, perdió la vida.

Al lugar llegó también el médico forense Freddy Quispe Antezana, quien hizo la respectiva verificación al cuerpo de la víctima y dio un informe preliminar a la prensa.

“Inicialmente sería por una hemorragia, un shock hipovolemico por hemorragia, ese sería el diagnóstico. Probablemente hay una enfermedad de base para producir una hemorragia masiva de la cantidad que ha tenido el señor. Hay que hacer un estudio para determinar de qué enfermedad padecía”, explicó.

Aclaró que no había lesiones violentas en el cuerpo de la víctima.

VECINO

Por su parte, el presidente de la Junta Vecinal “7 de Marzo”, Carlos Espinar Aguilar, indicó que el fallecido es vecino de la zona y vivía en el manzano B4, lote 7.

“Hace cuatro o cinco años vivía solo, nunca vinieron sus familiares, alguna vez comentó que tiene un hijo que vive en La Paz, pero nunca se presentó. No dejamos llevar el cuerpo, porque quién reclamará allá, quién hará los gastos, porque para recoger de la morgue se necesita un monto económico”, explicó.

Acotó que la víctima trabajaba como estibador en las calles Caro y Brasil, y a través de esta labor logró pagar su lote.

Espinar señaló que el pasado año hizo un tratamiento médico, pero al padecer por los pocos recursos que tenía no pudo curarse.

Más tarde, sus vecinos se llevaron el cuerpo del fallecido a la casa vecinal, para velarlo y darle hoy cristiana sepultura. El dirigente vecinal manifestó que se haría una colecta entre los vecinos para comprarle un cajón y pagar los gastos que implica el sepelio.

Fuente: LA PATRIA