La Carta Pastoral de los obispos es para orientación y preparación de los fieles

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La Carta Pastoral de los Obispos es de ánimo y de orientación, pero sobre todo de esperanza para los fieles católicos, asegura el Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), cardenal Julio Terrazas.

El objetivo de la Carta es “en primer lugar que nuestros fieles se sientan rehabilitados en su manera de actuar, es decir con mayor convicción, con más claridad”, señaló el Cardenal en la entrevista concedida a radio Vaticana.

Pero “sobre todo sabiendo que esta circunstancia que nos toca vivir no es una circunstancia pasajera, es algo que va a durar y que es importante estar listo para mantener, como decimos los cristianos, la lámpara de la vida, de la luz encendida aún en medio de los problemas”, remarcó.

Es un documento para “animar a nuestra gente a vivir y comprometer su fe no en espacios totalmente libres de problemas, sino donde hay algo que convertir”, por lo tanto “es un carta de aliento a nuestros fieles que por las circunstancias que les toca vivir están un poco desorientados y no saben qué actitud puedan tomar” y hasta “se sienten vulnerables”, remarcó.

Al dejar en claro que “la carta no tiene ninguna intención” de ataque o confrontación, el Presidente de la CEB señala que los pastores se dirigen a los fieles a través de la Carta Pastoral “Los católicos en la Bolivia de hoy: presencia de esperanza y compromiso”.

La Carta “no toca un sólo aspecto que podría ser muy bien manipulado para decir esto es un ataque total a este grupo o aquel, o que podría ser una fuga”, señaló el Cardenal al indicar que la característica del documento es el llamado a eternizar la vida de los seres humanos para poder gozar siempre de la presencia salvadora de nuestro Señor Jesucristo.

“Es importante clarificar los hechos que están sucediendo, señalar lo que se ha logrado, y señalar también las ambigüedades que puedan tener todavía en algunos aspectos”, señaló el Presidente de la CEB en la entrevista divulgada por el Arzobispado de Santa Cruz.

“La llave maestra esta en el dialogo, en el saber respetarse los unos a los otros, sabiendo que ninguno de ellos tiene la verdad absoluta y que entre todos podrían forjar algunas respuestas más liberadoras para todo el país”, puntualizó el pastor episcopal.

“Queremos que nuestra gente descubra la fuerza del mensaje de la Iglesia porque esto es lo que va a ayudar a construir lo que se está buscando de bien para todos”, subrayó al alentar al país a “que mantenga viva la esperanza, porque yo creo que si muere la esperanza muere todo”.

“En cambio la esperanza autentica, verdadera de que los momentos de dolor, los momentos de prueba, los momentos de oscuridad tienen que pasar”, pues “no podemos vivir eternamente en una situación de inseguridad o de conflicto por la vida, creemos que la vida tiene que triunfar pero que sea una vida al alcance de todos”, puntualizó.

DOCUMENTO

En la introducción del documento, que fue presentado el martes a los fieles, y el miércoles se hizo público, los pastores episcopales dejan en claro la misión de la Iglesia que es Evangelizar, y en esa tarea presentan la Carta, pues es parte de la Misión Permanente en la que está empeñada la Iglesia Católica.

Esta Carta Pastoral fue elaborada desde hace un año. La Asamblea de Obispos de abril del 2010 planteó esta necesidad, señalan en la CEB.

Una autocrítica es parte del capítulo II “Una mirada al interior de la Iglesia”, en el cual también se señala la labor cumplida por la mayoría de los consagrados, religiosas y agentes pastorales en distintos ámbitos, los Obispos piden distinguir entre trigo y cizaña.

En “Aspectos sociales en nuestro país: avances y ambigüedades” hacen referencia a la inclusión de indígenas y marginados, a la reparación de deudas históricas, a una inclusión sin exclusiones, y al debate normativo del racismo.

El “vivir bien” según el Evangelio es otro acápite, reconociendo la diversidad de culturas como motivos de esperanza, abarcando la integridad del ser humano en sociedad y el “valor de la vida” por encima de cualquier otra consideración.

La economía en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia y la visión de esta área en el contexto nacional, también, es tema de preocupación de la Carta Pastoral, reclamando que la pobreza persiste, la inseguridad alimentaria y el tema “coca excedentaria y narcotráfico”.

La política también es asunto de preocupación de los prelados, pues piden respeto a la vida y a la dignidad del ser humano, con una democracia participativa y con ejercicio de la libertad, un gobierno para todos sin exclusiones, el control social.

El aporte de la Iglesia Católica a la liberación y promoción humana del pueblo boliviano es tratado en el capítulo de “Iglesia y sociedad en Bolivia”, planteando un “Estado laico sí, Estado laicista no” y en ese marco la relación entre ese Estado y religión católica.

Un llamado a los laicos a que asuman el compromiso bautismal, dando “razón de nuestra esperanza” en los distintos ámbitos donde están presentes, ratificando la opción preferencial y evangélica por los pobres, siempre en el marco de la Misión Permanente.

La Carta Pastoral de 64 páginas concluye con la aseveración de los Obispos de: “Nos ha movido el amor a Cristo y a ustedes hermanos nuestros, en fidelidad y en solidaridad con la situación que se vive en el país”.

“Que el Espíritu del Señor, “Camino, Verdad y Vida”, ilumine, guíe nuestro caminar y nos enseñe a dar razón de nuestra esperanza. Y que la Virgen María, Madre suya y nuestra, nos acompañe para que seamos discípulos de la verdad, pues la “verdad les hará libres”, concluye el informe.

Fuente: La Paz, 16 (ANF).-