Domingo 17 de abril de 2011
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Editorial y opiniones
Recuerdos del presente
Salidas previsibles
17 abr 2011
Por: Humberto Vacaflor Ganam
Yo había propuesto como el mejor desenlace de la crisis creada por el gobierno del presidente Evo Morales, la salida de Yunguyo. Que el presidente siga la huella de Melgarejo, el dictador iletrado que huyó perseguido por furiosos paceños, hasta alcanzar el territorio peruano.
Pero los dioses propusieron en los últimos días una salida diferente. El presidente estaba en Yacuiba y decidió visitar Pocitos, a metros de la frontera. Fue cuando los bolivianos que no lo quieren más como presidente le cerraron el paso de regreso a Yacuiba y cerraron también la carretera hacia el aeropuerto. En ese instante, por unos pocos minutos, el presidente tuvo como única salida pedir refugio en Argentina. Pero algún descuido cometieron los bloqueadores, que el presidente pudo llegar a su avión. Tuvo que escapar de Yacuiba, casi tan de prisa como en febrero había escapado de Oruro, o como cuando salió de manera subrepticia del partido de fútbol en La Paz, o como cuando desistió a visitar Cochabamba, etcétera.
En el aeropuerto de Yacuiba, abordo del lujoso avión, las alternativas no eran muchas. En ese momento estaban en huelga los trabajadores de Aasana y el millonario avión presidencial no podía acercarse a ningún aeropuerto de la troncal. El presidente tuvo que quedarse en territorio tarijeño, donde no es bienvenido. Debió resignarse a hacer visitas furtivas a diferentes lugares del departamento. Hizo de presidente clandestino y visitó, en esas funciones, San Lorenzo y Padcaya. Ningún presidente había llegado a esos lugares tan de madrugada, entre gallos y media noche. Tuvo que entregar obras ajenas, todas construidas por otro refugiado, éste en Paraguay, que huyó de la justicia de propiedad del presidente.