Niños y jóvenes constructores de historias para transmitir valores

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“Amor de perro”, “La vida es una ironía”, “La polleras de Leticia”, “! Pérez, un boliviano”, “Fútbol en la calle”, “La Silla Dorada”, “Yo decido”, “Tahuichi Aguilera”, y “La Aventura de tomar un micro”, son algunos de los títulos de las historias creadas por niños y jóvenes bolivianos que viven en diferentes contextos, convirtieron la realidad en cuentos, con un sello particular para transmitir valores.

La iniciativa de motivar en la población infanto-juvenil la producción de textos nació del Defensor del Pueblo, que de acuerdo al mandato establecido en la ley que da vida a la institución (Ley 1818), según describe en una de las presentaciones de la bibliografía, el ex defensor del Pueblo Waldo Albarracín, desarrolló acciones orientadas a la promoción y divulgación de los derechos humanos, trabajando en diversos escenarios, siendo uno de ellos precisamente el ámbito educativo.

Esta concepción halló el respaldo financiero de la Embajada Británica, que apoyó la producción de publicaciones recopilando así, en ediciones de lujo, los textos de los jóvenes escritores.

Fueron cientos de jóvenes entre varones y mujeres que escribieron los cuentos evidenciando que por ejemplo la discriminación es un fenómeno social muy arraigado en la sociedad, en muchos casos mostrando la forma de insertar la realidad sobre la familia, los amigos, el trabajo, la calle y muchos otros.

Son experiencias de vida, que muchas veces el cotidiano acontecer las absorbe como normales o casi imperceptibles. “Muestran una realidad inocultable... ya que la podemos ver, escuchar y sentir por cualquier lugar que vayamos… pero no solamente son denuncia, también son respuesta o solución ya que apunta a devolver por lo menos por medio de la palabra escrita, lo esencial a todo ser humano, es decir su dignidad y con ello el respeto que se le debe”, resumió el ex defensor del pueblo.

OBRAS

Las inéditas obras, convertidas en cuentos fueron recogidas del diario vivir boliviano. Por ejemplo “!Pérez, un boliviano!” cuya autora es María Fernanda Rada Prado del colegio “San Calixto” de La Paz, narra con encanto el viaje en un minibús, a partir de la visión de un turista, aquellos conocidos como “mochileros” que compara el entorno del trato social en el minibús y la frigidez del viaje en el metro subterráneo.

Él compara el regateo de pedir la rebaja, cuando el pasaje desde El Alto a la ciudad de La Paz, es un boliviano, de ahí el título “! Pérez, un boliviano!”, lo que no acontece en el cotidiano argentino cuando se viaja en el metro, insertando una tarjeta en una maquinita que le permite subir al vehículo, sin que de por medio haya una conversación.

“Amor de perro” de Iván Rojas Molina del Colegio Coronel “Ángel Avendaño Herrera” de Puerto Pérez, es la historia de las constantes peleas de dos hermanos, que tenían como mascota a un perro. El animal para frenar la disputa entre sus amos muerde a los dos hermanos y huye, y en ese su intento es atropellado por un microbús y muere con una mirada “mezcla de alegría y resignación… Con lagrimas en los ojos y dolor en el alma, los dos cavaron una tumba profunda, en la que enterraron a Rocky y las causas de su muerte”.

“La vida es una ironía”, cuyo autora es Mariela Jazmín Quiroga Sucre, del Colegio “Sagrado Corazón de Jesús” de El Alto, es una narración de la vida en familia, donde los padres no ofrecen cariño equitativo a sus hijos, un varón y una mujer, el niño resulta ser privilegiado y la joven discriminada, Él estudiaba en el colegio más costoso, y ella en uno público.

Mediante una beca ella consigue ingresar al colegio privado, donde incluso los compañeros la fastidiaban. Un día, por instrucción de sus padres acompaña a su hermano a la casa de un amiguito, hijo de un ministro, donde la joven inicia un romance con otro hijo del ministro, quien con el paso del tiempo la abandona, situación que motiva a sus padres a decirle que “ni para retener a un hombre servía”.

Entre tanto los otrora niños, su hermano y el hijo del ministro, crecen y se reconocen como homosexuales, lo que desata un trauma familiar, frente al que ella reacciona en apoyo de su hermano, y ambos se van de la casa. Por informaciones de la televisión se enteran que el hijo del ministro, también homosexual se había suicidado por el rechazo de sus padres.

RESULTADOS

Situaciones como estas son descritas en otras obras, que desde la oficina regional del Defensor del Pueblo en Oruro, son difundidas. El responsable Adjunto de Promoción y Análisis del Defensor del Pueblo Guillermo Ortiz, informó que el material es socializado en las unidades educativas y con buena receptividad entre los estudiantes que se sienten identificados con los cuentos, porque son precisamente extraídos desde un contexto próximo a ellos.

Fuente: LA PATRIA