Ferias del libro

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Hablar de ciudades que nos rodean, que tienen fervor contagioso entre los habitantes nos deja sin palabras, porque entre el 8 y hoy, 17 de abril se realizó en el Campo Ferial de El Alto, la 1ra. Feria del Libro.

Oruro se caracterizó por realizar ferias anuales con la presencia no solo de editoriales, sino también de autores bolivianos que se trasladaron hasta este pedazo de tierra que permanentemente ofrece al visitante no solo luz, también calor, esa es nuestra mística, pero ahora ¿Qué hacer ante esta indiferencia o negligencia que muestra total desinterés de no contar ni promover espacios culturales de fomento al libro, quienes son los responsables? El tiempo pasa y la población se ve mermada de recurrir a estos anaqueles que mostraban novedades y recursos literarios.

Surge la convocatoria del Centro Portales Simón Patiño de la ciudad de Cochabamba e invita a todos los autores nacionales y extranjeros a participar en la fiesta de la palabra a través del libro y ¿Oruro?

Ese encuentro de letras fue elogiado por la ciudadanía, que adquirió las obras, todos gratificados por la compra y la venta, provocó que se institucionalizaran en nuestra ciudad las ferias del libro. Hacen años el Parque Manuel Castro y Padilla era el centro de estos eventos y todos concurríamos a dicha plazuela. Pero con el tiempo se dispuso la prohibición de que se establezcan ferias del libro. Esa indiferencia ocasionó que el lector de Oruro no tenga la posibilidad de acceder a comprar material bibliográfico nuevo y antiguo.

Cuando los ferias del libro se realizaban regularmente en nuestra ciudad, uno de los beneficios que conseguía la Biblioteca Municipal, era el de escoger obra literarias o textos escolares hasta cubrir un monto acordado como signo de participación o inscripción, existía mutuo acuerdo entre el expositor y el responsable de la Biblioteca Municipal de Oruro. Quienes llegaban del interior disponían de un espacio para guardar sus libros hasta la conclusión del evento.

Es verdad que hubo un llamado para exponer libros en la ciudad universitaria, Expoteco fue la responsable de proceder con esta invitación.

El Centro de Convenciones de la FNI, asimismo fue escenario de ese evento cultural, se armaron varios stand con motivo del Solsticio de Invierno, que aglutinó la presencia importante de Instituciones como la Fundación del Banco Central cuyas buenas publicaciones fueron ponderadas, sin embargo se sigue extrañando la antigua feria, que era más masiva en concurrencia, precisamente porque son exposiciones itinerantes en ocasiones con la presencia del autor.

Hacen falta políticas culturales, si vemos en retrospectiva lo que fue nuestra ciudad, otra vez lamentaremos lo que tuvimos y no conservamos, que fuimos la primera ciudad y quisiéramos volver a serla. Es necesario replantear la necesidad urgente de la lectura en Oruro.

Rescatemos la popular feria del Libro, ese espacio del saber que siempre va mostrando primicias. No seamos indiferentes con la cultura, recobremos el camino del conocimiento, el de haber sido nominados por muchos expositores: “la ciudad que mas lee y compra libros”.

Carlos Fuentes escritor mexicano señala: “Heredero de Cervantes, de Quevedo y de Valle-Inclán, Ríos sabe que si el idioma se nos muere, si dejamos vacío el espacio del lenguaje, el hueco será llenado en seguida por los lodazales de la intolerancia, la estupidez y el miedo”. No dejemos que el lenguaje escrito se aparte y definitivamente se pierda, recobremos el tiempo perdido para volver a promocionar las Ferias del Libro y que las vigorosas letras vuelven a Oruro con la misma intensidad que modifica el aprendizaje y favorece a los lectores.

La generosidad de quienes dirigen al Comité de Literatura Infantil Juvenil en Oruro y la Unión Nacional de Poetas y Escritores Filial Oruro, hace posible que escritores de La Paz como Isabel Mesa, de Cochabamba Velia Calvimontes, César Verduguez y otros autores nuevamente expongan sus libros en el salón del Colegio Alemán, actividad que suelen realizar cada año con motivo del día del libro.

No reduzcamos el interés de quienes intentan aumentar sus conocimientos que no se ponga límite de no aprobar una ordenanza, debe restituirse las Ferias del Libro a cielo abierto o cerrado pero no nos priven de comprar y leer, queremos seguir siendo lectores, no fragmenten nuestra fortaleza de conservar la cultura del libro, no experimenten celebrando indiferencia. Si se acabó el argumento, renueven y volvamos a las prácticas culturales a través de las Ferias del Libro, que no se agote ese afán de los escritores de volver a Oruro, aun queda energía para seguir leyendo.

Fuente: LA PATRIA