Sábado 16 de abril de 2011
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Para salir de la rutina hay que comenzar por un cambio de actitud que nos satisfaga y transmita esa imagen positiva ante los demás. Una de las maneras más efectivas de demostrarlo es el énfasis que ponemos en nuestra apariencia personal.
Si el rostro es nuestra carta de presentación, su mejor marco de proyección es el cabello. Y siempre vienen bien unos retoques de tijeras para destacar los rasgos que más favorecen el área facial.
Cuando de cabellera masculina se trata, el corte tiene que procurar la sensación de fuerza aunque sin llegar a la rigidez. Por eso es muy importante que se adapte a la forma de la cara, para que en vez de perder la naturalidad pueda potenciar sus características.
Para el rostro alargado conviene jugar con una textura ondeada que incremente el volumen del pelo y proporcione una caída más suave. En complemento, la barba en forma de candado ayuda a redondear el mentón hasta las orejas.
Si el perfil es triangular o en relieve de corazón hay que destacar las facciones superiores con un corte degrafilado que forme un flequillo a desnivel y en diferentes direcciones para no transmitir un patrón recto.
Fuente: LA PATRIA