Dar la vida por los otros es ¿positivo o irresponsable?
13 abr 2011
Por: Ximena Miralles Iporre
Tras el ataque al gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, muchas personas comenzaron a cuestionarse sobre si tal acción heroica era positiva o irresponsable, muy pocos opinaron que fue sólo protagonismo político, la mayoría de las personas concordaron en que fue una reacción espontánea y de gran valentía.
En lo que sí estamos de acuerdo es que fue una acción muy valiente, pues no cualquiera se involucra en un problema ajeno, menos cuando se trata de parar la violencia, sea por un asalto, un robo, una pelea, una golpiza, u otra razón. Muy pocos, literalmente, “dan la vida” por una tercera persona.
Lo cierto es que si bien existe el amor al prójimo también la gente aprecia de gran manera su propia vida y no la expondrá para salvar a un tercero, por lo que hoy por hoy, Rubén Costas es considerado un verdadero héroe.
Lo ocurrido en Santa Cruz, también nos mueve a la reflexión sobre lo que se afirma en la Biblia, “no hay amor más grande que el de aquel que entrega su vida por otra persona”, por lo que Costas mostró su inmenso amor hacia sus compatriotas y su gran responsabilidad por el pueblo que lidera, además de sus convicciones religiosas, que seguramente lo impulsaron a actuar de la manera en que lo hizo.
No obstante, hubo alguno que señaló que la actitud del gobernador fue irresponsable por haber expuesto su vida para salvar a otra persona.
Cada quién con su opinión.
Hay personas que arriesgan sus vidas por otros y no obtienen resultados positivos, se suele decir en esos casos, “murió en vano”, no obstante, también debemos recordar que Dios sabe por qué ocurren las cosas y si en esta ocasión el gobernador, pese al riesgo que corrió, aún tiene un propósito en esta vida y se salvó por la gracia divina.
Lo que queda esperar es que al haber vivido, el gobernador, esa situación en carne propia, tanto él como el resto de las autoridades de nuestro país, del gobierno central, departamental o municipal inicien una cruzada conjunta contra la delincuencia y los crímenes, para que no queden impunes y que se haga lo posible por reducir el flagelo que lastima a la sociedad.
Quizás los expertos en seguridad no estén de acuerdo con lo que aquí se opina, sin embargo, existe el convencimiento de parte de quien escribe esta nota, que todo empieza en la escuela, todo depende de la calidad de la educación que les demos a nuestros niños, de los valores que les enseñemos, pero no con palabrería absurda, sino que los formemos con el ejemplo, ya que los pequeños cuando ven que se les dice algo y no se actúa en consecuencia entran en una gran confusión y no saben en quién o en qué creer.
El ejemplo que dio el gobernador cruceño sobre el amor al prójimo es estimable, porque no lo dijo, sino que actuó para enseñarle a todo el pueblo que no es irresponsable exponer la propia vida por un tercero, sino que se trata de amor, del más puro amor, que Jesús nos enseñó a brindar.
Por otra parte, recordemos lo que decía el carismático religioso, padre Luís Espinal Camps, “hay que gastar la vida” para conseguir un mundo mejor, para mejorar la calidad de vida para todos.
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