Nuestro país continúa en la lista negra de EE.UU, y de algunos organismos internacionales, por la poca “efectividad” en la erradicación de plantaciones de hoja de coca y paralelamente en la lucha contra el narcotráfico.
Ese problema que se arrastra de gestiones pasadas y que no ha cambiado de manera sustancial, pese al registro de informes nacionales sobre la liquidación de plantaciones excedentarias, por una parte y por otra la realización de varios operativos contra narcotraficantes logrando importantes incautaciones de droga, el problema persiste y no puede ser desconocido.
No hace mucho dirigentes políticos del partido gobernante, reconocieron que uno de los problemas que mayores gastos importa al Estado y no puede erradicarse es justamente el excedente de coca que proviene de sembradíos ilegales que tampoco pueden ser destruidos plenamente, por tanto la cadena de producción y fabricación sigue creciendo.
El flagelo de la droga está presente en el país y los datos sobre el caso es que cada vez se hace más difícil la erradicación de la coca ilegal especialmente en la zona de El Chapare y con el riesgo de expandirse a municipios del oriente en Santa Cruz y Beni, pero también en parte de Cochabamba.
Lo que no se entiende en la política nacional son los límites de la superficie en la que se puede sembrar y cosechar la hoja de coca, como se desconocen por lo menos de “manera oficial”, áreas con grandes plantaciones ilegales de coca, por tanto mientras no se pueda establecer los parámetros de lo legal y lo ilegal, la sobre producción de la hoja milenaria se convertirá en droga y tal situación mantendrá las restricciones internacionales que colocan a Bolivia como país de coca y droga.
Se ha sugerido una serie de soluciones para erradicar los sembradíos ilegales y se ha expuesto infinidad de planes para evitar la elaboración de droga, empero los resultados son simplemente nulos. Hay más coca y más droga y lo confirman las propias autoridades y los políticos del oficialismo, por tanto es necesario que se trabajen proyectos alternativos para terminar con el flagelo del narcotráfico.
De momento los depósitos de organizaciones encargadas de recuperar la coca excedente se encuentran abarrotados de piso a techo, según se informó y como existe una regulación que impide su destrucción el asunto se torna muy difícil en materia de eliminar toneladas del ilegal producto.
Sigue vigente la idea de industrializar la coca y en esa línea por lo menos se ha hecho algunos avances, pero no son lo suficientemente rendidores como para insumir la enorme cantidad de coca ilegal, concretamente es un proceso incipiente que necesita de mucho impulso y mayores financiamientos.
No se ha descartado la posibilidad de que se ponga en venta libre y a nivel internacional la coca boliviana de modo que, países o industriales que la requieran propongan su adquisición bajo ciertas normas de control que nos permitirían conocer ciertamente el destino del excedente de coca, eliminar el peligro de elaboración de droga y finalmente eliminar las actividades de las mafias del narcotráfico. Cuestión de decisiones superiores, pero urgentes.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.