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Domingo 10 de abril de 2011

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Revista Dominical

La niñez un futuro sin presente

10 abr 2011

Fuente: LA PATRIA

Bolivia tiene el “privilegio” de ser la primera nación del continente que planteó y concretizó los derechos del niño • Por Mónica V. Aramayo Quinteros - Editora General LA PATRIA • Fotos: Archivo LA PATRIA

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El privilegio de haber sostenido hace un par de años una conversación con la destacada periodista Aída Albarracín, impulsora para la Declaración del Derechos del Niño en Bolivia y la consagración del 12 de Abril, como el Día del Niño Boliviano, motiva la presente nota para reflexionar sobre los conceptos sociales que se refieren a los niños y niñas como “el futuro de país”.

Ella, en esa oportunidad manifestó que la “niñez es el futuro, pero no tiene presente”, frase con la que se resume la situación de miles de niños y niñas.

De aquí a pocos días autoridades, maestros, padres de familia y otros actores sociales que tienen cierto protagonismo se pronunciarán y organizarán espectáculos para recordar que el 12 de Abril es el Día del Niño Boliviano y volver a decir que son “el futuro” de Bolivia.

Sin embargo al margen de los estudios de diferentes instituciones, consultoras, organizaciones no gubernamentales y algunas estatales, sólo hace falta salir a las calles y ver las condiciones en que vive uno de los sectores más vulnerables de la población.

La desigualdad y la indefensión de los niños, están a ojos vista, pues los infantes desde el momento de su concepción son víctimas de daños, algunos no llegan a nacer porque sus progenitores así lo decidieron y les impusieron la condena de la muerte.

La mortalidad infantil, según el censo de 1976, hacía presa de los niños, en una proporción de 151 por 1.000 nacidos vivos, y transcurridos 32 años para el 2008, los índices disminuyeron a 50 niños muertos por cada 1.000 nacidos vivos.

Las condiciones geográficas de vida, incluso aspectos étnicos son factores que también inciden en el desarrollo humano y es así que en las regiones rurales habitadas por indígenas se reportan un promedio de 65 muertes por 1.000 nacidos vivos frente a 34 por 1.000 nacidos vivos en los casos de los no indígenas que habitan las áreas urbanas. (Fuente Encuesta Nacional de Demografía. 2003).

Estos aspectos que calan en el silencio de la sociedad, revelan el estado de indefensión de los niños y niñas, mientras las políticas sociales para acortar las brechas tienen un lento o casi nulo avance. Siguen existiendo niños que viven en las calles, sometidos a la mendicidad, a la explotación laboral, involucrados en la delincuencia y expuestos a los vejámenes sexuales.

SALUD Y EDUCACIÓN

El acceso a la salud y educación, son dos temas de preocupación que motivan la realización de debates, seminarios, talleres y otros, pero con resultados poco perceptibles, a pesar de la vigencia de un seguro médico gratuito, para el caso de la salud y la bonificación consistente en la entrega estatal de 200 bolivianos por año a los niños escolares a fin de estimular su presencia en la escuela, aspectos que no representan un todo para conformarse y pensar que los niveles de desarrollo en Bolivia son favorables.

En Bolivia, al margen de la infraestructura y avances tecnológicos limitados, pero adelantos al fin, todavía hace falta crear la cultura de buscar la atención médica suficiente para el tratamiento de enfermedades que afectan a los niños.

Factores como la idiosincrasia de los padres, que recurren a otros métodos a veces denominados “caseros” para superar las afecciones de sus hijos, hacen que los sometan a experimentos que algunas veces derivan en desgracias que pueden tener como consecuencia la muerte.

Por otra parte, el trato humano del personal médico, también hace mucho, precisamente para superar las barreras, algunas veces interpuestas por los padres motivados por los temores y la desconfianza. A esta situación se suma el factor económico, factor limitante de importancia.

En el ámbito educativo, existen casos y no pocos, en los que los niños y niños “hombres y mujeres del futuro” no pueden acceder a un servicio mínimamente de calidad, o es peor no van a la escuela, situación atentatoria en pleno siglo XXI al derecho a la educación.

En la ciudad todavía existen escuelas, donde los niños y niñas deben pasar clases en condiciones de total hacinamiento, sentados en adobes o “pupitres” improvisados con tablas, aulas con ventanas sin vidrios, en algunos casos sin puertas, pizarras de estuco que se caen a pedacitos. Panorama en el que lucir el blanco delantal, es un detalle que ni siquiera importa.

La violencia, discriminación y el acoso escolar son otras amenazas a las que se exponen los niños, frente al descuido o en otros casos las limitaciones de diverso orden, en las que se desenvuelven las autoridades responsables del área, pues, precisamente desde niveles ejecutivos, atender estas demandas no pasa de un discurso bonito, pero en los hechos las víctimas siguen en iguales o peores condiciones.

12 DE ABRIL

Albarracín con orgullo recuerda que Bolivia tiene el privilegio de ser la primera nación del continente que planteó y concretizó los derechos del niño, aún antes de la Organización de las Naciones Unidas, “razón ponderable para que los bolivianos los llevemos a la práctica con responsabilidad y patriotismo”.

El 12 de abril de 1955, se aprobó el decreto que instituyó a dicha fecha como el Día del Niño Boliviano. Ella en una entrevista publicada en el portal educativo “Educa Bolivia” indica que dos acontecimientos importantes, marcaron esa fecha. El primero: “Un día antes de la promulgación, un niño campesino subió al campanario de la capilla y en un acto heroico pudo advertir al pueblo que su casa se estaba incendiando”. Y por otro lado, fue testigo y denunciante de cómo un oficial de ejército había atrapado a un niño de 8 años robando una fruta de la tienda que tenía en la zona Norte.

Luego de agarrar al pequeño, que tal vez había robado por hambre o necesidad, le hizo hacer un tatuaje en la frente que decía “ladrón”. Quedó marcado de por vida y el oficial jamás recibió un castigo.

Apenada confiesa que estos hechos calaron hondo en su ser y la animaron a no desmayar pues, la declaración de los derechos de la niñez era su meta.

Pero a la vez, lamenta que aún a pesar de ser Bolivia el país privilegiado con anticiparse a sus similares a concretar dicha declaración, a la fecha existen niños y niños, que para las autoridades son los hombres y mujeres del futuro, pero no hacen nada por ofrecerles un mejor presente.

Fuente: LA PATRIA
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