Sábado 09 de abril de 2011
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Editorial y opiniones
The Strongest: Airecito nacional
09 abr 2011
Por: Edgar Jorge Rodríguez Alánez
¡Gol!!! Rugen las tribunas, el cielo encapotado despierta y las gotas de lluvia de ese cielo gris, parecen disiparse, a lo lejos se escuchan sonidos de un carnaval retrasado, y una alegría transitoria encendido por el estremecimiento del gol, recurre a cantos y estribillos ajenos para seguir avizorando en el juego otro gol.
No se escuchan los gritos de la piedra que revienta, parecen más bien que los ademanes y los cantos de una geografía extraña a la geografía de donde está emplazado el campo de juego.
Ha mucho que ha perdido el rostro que se asemejaba a la cultura de antes, cerquita del estadio, entre el ruido y los ríos negros de asfalto, donde surcan peces de ojos luminosos con vientres de gentes ajenas, en silencio se levanta una muestrita de los que otrora fueron dueños de esta tierra: Kalasasaya.
Ya no se cantan huayños, cuecas ni siquiera aires nuevos como el rap o rock, u otras melodías mostrándonos como bolivianos y en este caso como hinchas de un club que nacido hace más de cien años, fuera nuestro, bien nuestro. No soy hincha del “estronguer”, pero la vivencia en la hoyada ha hecho que mis niños asumieran sus colores a pesar de los colores que llevo como su padre (en Oruro y La Paz mis sobrinos también llevan esos colores).
