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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La “reingeniería” de la política marítima boliviana - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La “reingeniería” de la política marítima boliviana
04 abr 2011
Por: Jorge Lazzo Valera
Buscar una salida soberana al mar es tarea y obligación de todos los bolivianos, más aún de quienes somos vecinos y soportamos cada día los problemas y contingencias de la mediterraneidad, que nos impone estar en la posición sándwich; colindar con nuestro vecino usurpador y del otro lado, rezagados porque no participamos en el denominado “eje central” que administra y maneja Bolivia.
La realidad de los orureños, principales gestores para conseguir un ingreso libre y soberano al Pacífico, al parecer quiere dar sus primeros frutos, porque también hemos estado criticando la política internacional del actual presidente Evo Morales, quien pese a ser nacido en la población orureña de Orinoca, tuvo desaciertos en sus acuerdos con el Brasil, cuando comprometió poner en marcha tres corredores bioceánicos, para vincular el Atlántico de forma directa con el Perú, sin tomar en cuenta a Oruro, puerta de acceso directo a las costas del Pacífico.
En ese sentido, es urgente un cambio de timón en la política marítima boliviana y se debe aplicar una “reingeniería” para efectuar la revisión fundamental y tener el diseño radical del proceso para alcanzar mejoras espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, aplicación de las medidas contingentes con calidad y rapidez.
Apelar a la “reingeniería” quizá resulte buscar una tabla de salvación, porque con este modelo, así sea identificado como neoliberal, por los “sociolistos” de la actual administración gubernamental, exige el compromiso y decisión de hacer las cosas bien, porque la reingeniería ni es cuestión de hacer mejoras marginales o incrementales, sino de dar saltos gigantescos en rendimiento. Ello supone tener resultados siempre favorables, un trabajo positivo y además de gran responsabilidad para que todo se cumpla según lo previsto.
En la política marítima boliviana no puede haber improvisación, ni seguir experimentando poses y actitudes chauvinistas, discursos demagógicos ni lanzar globos de ensayo que busquen cubrir otros hechos, como los últimos hallazgos relacionados con el narcotráfico que sitúan a Bolivia como un país delincuencial, por culpa de quienes no saben cuidar y proteger a su población, cuando más bien desde altos cargos policiales se maneja y administra el narco-negocio del tráfico de drogas.
Por eso es urgente y resulta ser hasta imperativo, llegar a la fase de la reingeniería de la política marítima boliviana, porque así podremos rediseñar radicalmente nuestra estrategia para llegar hasta la raíz de las cosas, no efectuar cambios superficiales ni tratar de arreglar lo que ya está instalado sino más bien abandonar lo viejo y fijarnos una nueva lógica en la política internacional para conseguir el apoyo del concierto de la naciones del mundo, a fin de volver cuanto antes a nuestro anhelado Litoral y estar presentes en el Pacífico.
Así tendremos que descartar todas las viejas estructuras ideológicas y procedimientos que se aplicaron para “negociar” una salida pacífica al mar, lo que en los 130 años de enclaustramiento no fue posible, quizá por una lógica conformista de las distintas administraciones de gobierno y por la falta de decisión de los estrategas de la política internacional boliviana, ahora se puede dar si cambiamos de estrategia.
Al parecer se quiere sentar una nueva base de negociación y podría darse, si se busca un equilibrio razonable para que Bolivia siga abasteciendo de agua dulce al norte de Chile con el aprovechamiento de las aguas del Silala, por agua salada que supone una salida directa y con acceso soberano sobre las costas del Pacífico.
En resumen de lo que se trata es que ambos gobiernos, el de La Moneda y el de Palacio Quemado, puedan llegar a encontrar una sabía salida al diferendo limítrofe, porque las autoridades del país del Mapocho saben que sin el concurso de los bolivianos en el comercio, la I Región de Tarapacá en el norte de Chile se muere y de esa forma deberían buscar alternativas de desarrollo e integración comercial, porque en la práctica hay una sana y recíproca convivencia entre bolivianos y chilenos, que apuestan por la integración antes que una acción de enfrentamiento o pelea entre ambas naciones.
Para alcanzar ese respeto pleno, el gobierno boliviano tiene la obligación de establecer una política internacional marítima que sea convincente, clara y muy responsable, porque lanzar propuestas y asumir posturas temporarias, no demuestran que realmente los bolivianos necesitamos y estamos interesados en reclamar una salida soberana a las costas del Pacífico, para ser parte de ese gran comercio internacional.
El replanteo de la política nacional para darle a Oruro el lugar que le corresponde, supone concluir el proyecto vial Oruro-Pisiga e impulsar el establecimiento del primer corredor bioceánico, primer paso que garantizará nuestra salida soberana al Pacífico, porque se plantea como una necesidad imprescindible para alcanzar nuestro desarrollo. Ojalá este cambio de conducta presidencial para recuperar el mar, no sea sólo un acto emotivo y al contrario se constituya en el impulso necesario para delinear una estrategia y diseñar una política marítima boliviana.
(*) Periodista
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