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Domingo 03 de abril de 2011

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Cultural El Duende

EL MUSICO QUE LLEVAMOS DENTRO

Las huellas del talento

03 abr 2011

Fuente: LA PATRIA

Cuando se dice clásico no todos expresan ni entienden lo mismo. Tradicionalmente, clásico es lo repetido y quizás ejemplar. Un arquitecto piensa en columnas y frisos griegos, el literato en los libros más notables de la historia, el público musical en las obras que ya no se discuten, sean las de los siglos XVII, XVIII o XIX. Estrictamente, el estilo clásico engloba a Bach, Haendel, Haydn, Mozart y Beethoven como sus máximos exponentes. Ninguno de estos notables sabía qué era un clásico, porque el título se les aplicó mucho después. Apodar es cómodo, pero casi siempre equívoco.

El estilo clásico consiste en un aquietamiento y perfeccionamiento de las innovaciones como consecuencia de los cambios sociales. Los ricos y aristócratas eran mecenas que protegían a los artistas que a la vez formaban el público de aficionados que no hacían música. Aparecen las academias, los collegia musicae, los conciertos abiertos a todos. Las salas se multiplican para una concurrencia pasiva que no practicaba la música, no la vive, sólo ve expuesta por otros. Surgen los virtuosos del violín o del teclado, y su profesión se hace liberal, no sometida al gusto de un príncipe o un arzobispo.

Hay cierta uniformidad con apego a lo ya conocido, un conformismo y una pátina de serenidad muy confortables. Es cómodo seguir las huellas de Haendel, Telemann, Vivaldi, Bach o Rameau. Es más fácil perfeccionar que inventar.

Un hijo de Bach motejó a su padre como vieja peluca. No era en realidad menosprecio, sino simple sujeción a la moda. Ahora más viejo resulta el hijo que el padre.

Pero los hijos, Wilhem Friedmann, Carl Philipp Emanuel, Johann Christoph y Johann Christian Bach son un núcleo de clásicos de mérito, así como Muzio Clementi que supo crear el estilo pianístico diferenciándolo del clavecinístico; los hermanos Franz Joseph y Michael Haydn; o los italianos Paisiello y Boccherini, este último dio origen al estilo mozartiano.

Sobre los pasos que ellos y otros dieron entre 1750 y 1770 –respectivamente, los años del fallecimiento del Bach y del nacimiento de Beethoven– se elaboró el estilo llamado clásico, que, posiblemente por comodidad, es tildado como perteneciente a Mozart.

Fuente: LA PATRIA
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