Domingo 03 de abril de 2011
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Editorial y opiniones
En busca de la tierra y la educación prometida
03 abr 2011
Por: Lic. Jenny Delgado Mamani
Entre los años 1979 y 1980 los fenómenos naturales castigaron a todo el país. La época de lluvias, en esos años, cayó como bendición y maldición a la vez sobre el altiplano de Oruro.
Fue en febrero de 1980, por las intensas lluvias de la temporada que la localidad de San Pedro de Challacollo, a 21 kilómetros de la ciudad de Oruro, se inundó totalmente por el desborde del río Desaguadero el nivel de las aguas subió hasta un metro, anegando toda la zona se perdieron cultivos y desaparecieron los pastos para el ganado.
Esa triste situación fue el motivo para que los comunarios de San Pedro de Challacollo decidieran de una vez por todas trasladar la población a otros terrenos, que también pertenecían a la comunidad.
De esa manera, con documentos coloniales en mano y en medio de varios juicios para establecer su derecho propietario, surgió el asentamiento de Villa Challacollo al pie del Cerro Cóndor Iquiña (Donde se posan los cóndores) entre los últimos meses de 1980 y los primeros de 1981, La primera piedra estaba colocada, de ahí en adelante todos los comunarios y sus familias se trasladaron al asentamiento.
