El niño y la lectura

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El libro infantil escrito por adultos, provoca un acercamiento hacia el niño, el propósito es integrado con actividades cotidianas como la lectura y escritura, hablarle y escucharte.

Escribir para niños no es tarea fácil, es aprender a describirles el zumbido de las abejas, es mostrarles el camino, llenar el cántaro por interés a la lectura gota a gota, sin enojos. Tendremos que sumar muchos recursos para llegar a ellos, para conquistarlos a través de la lectura. Recordemos que cada niño es un mundo, unos oprimen el botón para hacer más preguntas, hay curiosidad e interés por aprender y otros niños que no cuentan con posibilidades económicas se apoyan en el amigo y se dejan atrapar por el juego y la magia que ofrece el libro del anaquel ajeno.

Políticos con temple de rigidez han escrito para ellos, niños grandes con rostros de adulto, todos llevamos al niño que nunca crece, en nuestro interior se mantiene intacto, porque guardamos una muñeca, un carrito, algunas porcelanas diminutas como parte de una colección o los libros infantiles que leemos y releemos solazándonos de algunas travesuras como Pinocho,. Alicia en el país de las maravillas, El gigante Gulliver. Para que los niños disfruten de una buena lectura han escrito La Biblia y El Quijote de la Mancha para niños, es decir una oferta de textos infantiles para facilitar con palabras dulces y sencillas. Otros libros para despertar el deseo y preparando el ambiente de lectura dejando espacios en blanco y los niños responden espontáneamente.

El poeta o escritor posee un sentimiento de dulzura hacia el mundo infantil, desciende para comprender que su voz a través de la palabra podrá llegar y extenderse para motivar un largo viaje de lectura y placer.

Los niños deben ser animados, suele ocurrir que a partir de los tres a cuatro años ya memorizan cortos poemas infantiles, los progenitores pueden estimularlos ofreciéndole libros con letra grande, ilustraciones con colores llamativos e incluso se puede transmitir esa magia cuando todos leen y se contagian. En las noches antes de dormir se debe leer un cuento breve, como preámbulo para que se adormezca y se entregue al sueño. Con el transcurso del tiempo exigirá más lectura no solo en las noches sino cuando tenga necesidad de ver alguna letra o un o un dibujo, buscará a su amigo que es el libro, ese es el tiempo en que los adultos deben proporcionar música y color a través del alfabeto de estrellas como escribió Oscar Alfaro.

El libro es determinante para que los niños desde su corta edad vayan familiarizándose. Una forma de enseñar sobre los deberes y no solamente resaltar que tienen derechos.

Es necesario que esos hilitos a colores que son los niños compartan la lectura con otros niños, que viajen por el pasado, es decir vean a través de un dibujo el acuario que durante nueve soles los protegió, les dio luz y amor, donde vivieron y compartieron madre e hijo la campana del cordón umbilical y que ese nexo tan íntimo y familiar sea sagrado, porque algún momento el niño creará su propio dibujo y podrá explicar desde el fondo de su corazón el amor maternal.

Los libros son el testimonio indiscutible en la formación de una persona, y solo se consigue a través del incentivo cuando las palabras se convierten en lectura. La lectura es el alimento espiritual. Cuando existen ferias con espacios dedicados al libro infantil, es el momento en que despierta el interés de leer, de divertirse e imaginariamente de actor pasar a ser lector

Existen páginas enteras con un solo dibujo y la palabra completa desde la “a de ardilla hasta la z de zorro”, diccionario para aprender palabras nuevas. Hay antologías de poesía, cuentos, fábulas.

El diario “La República” del Perú ha impreso una bellísima colección de cinco números de “Mitos y leyendas”, está el Caballo de Troya, Teseo y el Minotauro, los doce trabajos de Hércules, Teseo contra Medusa y Las Aventuras de Ulises, es decir una manera didáctica, y sencilla para que los niños al final se diviertan con stickers para diferenciar a Agamenón, Aquiles, el caballo, Helena, la muralla, la isla, Minos, Medea, el escudo, Perseo, Medusa, Zeus, el Olimpo, Hércules, el sacerdote, los barcos, los Cíclopes, las sirenas, Ulises, Penélope.

Plural Editores junto a Fundación Simón Patino, han formado un equipo para que a través de algunas Unidades Educativas de la ciudad de La Paz, denominado "Patapata, es una palabra de origen aymara que significa escalera, peldaños para subir y bajar, pero también para llegar de un lado a otro: leyendo, creando, jugando y aprendiendo”.

Los niños y niñas deben leer un fragmento de poema de un autor boliviano nominado por la Fundación y a través de la lectura dibujarán, jugarán con las palabras y serán poetas.

En esta iniciativa están: Blanca Wiethüchter con su bello poema de amor “Luminar”, Yolanda Bedregal con “Mar de sueños”, Matilde Casazola con “Cuerpoemas”, Alberto Guerra Gutiérrez con la ternura hacia la naturaleza “Árbol siempre vivo”, Eduardo Mitre “Primavera, verano, otoño e invierno-las tres estaciones”. Luis Luksic “Yo dejaba de ser una persona y me transformaba en lo que estaba escribiendo. Era un largo cuento ya no podía identificar ni mis rodillas, ni mis huesos, ni mis codos; me habla vuelto palabra”, Jorge Campero y “Las huellas del jaguar azul”, es precisamente uno de sus poemas del libro “Jaguar Azul” ganador del premio Yolanda Bedregal, siempre despierta el interés de releer, porque describe la Jungla, viaja, escribe la historia y juega con el lenguaje. También en esta colección encontramos a Juan Carlos Orihuela con el lema que tiene desde niño: “Los cuatro elementos: El agua, el fuego, la tierra y el aire”. Es decir los libros infantiles han invadido los espacios, las ofertas en las librerías y ferias que cronológicamente se realizan en las ciudades y el mundo.

Nuestra ciudad cuenta con algunos espacios que se encuentran a disposición de los niños como la Biblioteca de la Casa Municipal de Cultura de la Alcaldía de Oruro, la Biblioteca Central de la Universidad Técnica de Oruro, que funciona en una sala del Museo Simón I. Patino, lamentamos que no exista una Biblioteca sólo para niños, pues se tiene que compartir otro tipo de lecturas para adultos.

Celebro y comparto con “Letras cantarinas de Aida Soria Galvarro y Ximena Claure” un libro que está dedicado al abecedario con poemas cortos, lustrado con trazos muy bien elaborados, mostrándonos una verdadera obra de arte.

El libro enseña, es insustituible. Ofrezcamos a los niños y niñas un regalo: El libro, que gira alrededor del mundo, traducido en todos los como el tesoro más preciado y conservado.

Fuente: LA PATRIA