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Domingo 03 de abril de 2011

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Revista Dominical

Celebrando 51 años de su existencia

Diablada Artística Urus pasión y orgullo de los bolivianos

03 abr 2011

Fuente: LA PATRIA

Muestra su majestuosidad en el Carnaval de Oruro • Por: Alicia Navía Mier - Periodista

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Tras 51 años de recorrido entre “altas y bajas” la Diablada Artística Urus, es considerada una de las mejores a nivel nacional e internacional por su majestuosidad que se plasma en el cariño de la gente que el sábado de la Entrada de Peregrinación espera su ingreso gritando fuego… fuego… fuego o acompañando a los danzarines con el conocido “URUS… siempre URUS”.

Este cariño es el resultado de un trabajo de 51 años de cuatro generaciones, de algunas familias que durante este tiempo se mantuvieron firmes, viviendo momentos felices, otros amargos para ver crecer en calidad y cantidad a su conjunto.

Son muchos años de constante apoyo a la institución que acoge alrededor de 600 personas que son socios pasivos y activos los que superaron todas las crisis porque siempre primó el cariño y el amor por la Urus que se mantiene unida.

Al cumplir 51 años de existencia, los socios fundadores y antiguos que lo entregan todo por la diablada, continúan siendo parte de este conjunto tan querido por todos y que por siempre lleva en alto el nombre de Oruro y Bolivia cuando realiza presentaciones a nivel nacional e internacional.

El aporte relacionado al tema institucional, administrativo, folklórico, deportivo y de compañerismo es importante para que la Urus tenga el sitial que tiene en la actualidad por lo que es necesario recordar cómo, cuándo y quiénes fueron los impulsores de la fundación de este conjunto.

FUNDACIÓN

La Diablada Artística Urus que se caracteriza por cobijar en su mayoría a jóvenes que le dan impulso y cariño a la institución fue fundada también por muchachos rebeldes, el 30 de marzo de 1960, quienes ante la soberbia de algunos dirigentes de la Diablada Quintanilla, decidieron organizar otra institución en la que se respete sus derechos.

Estos jóvenes rebeldes pero entusiastas fueron René y Eduardo Avendaño, Abel y Carlos Escalante, Max Coca, Ricardo Mendoza, primer presidente del conjunto, quien brindó su casa para fundar la Diablada Urus, apoyados por Antonio Avendaño, primer presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore (ACFO).

Aunque en su fundación el uniforme fue blanco con cintas negras al costado del buzo, posteriormente se cambió el color de la indumentaria al celeste y blanco que en esa época eran los colores representativos de nuestro querido Oruro.

Es necesario recordar que uno de los principales fundadores fue don René Avendaño, quien a pesar de encontrarse delicado de salud, al ver la imagen de la Virgen del Socavón, se repone para continuar acompañando a la institución que es el amor de sus amores por lo que se hace necesario rendirle un gran homenaje por haber sido, además, el principal promotor del conjunto.

Esta iniciativa emprendida por algunos jóvenes, universitarios en su mayoría, marcó el rumbo para que muchos otros se integren a las filas de la Diablada Urus y que actualmente continúan siendo parte del conjunto como Casto Navía Morales uno de los socios más antiguos del conjunto que baila 49 años en la institución en manera permanente, y junto a sus hijos y nietos continúan siendo parte del conjunto.

Otro socio, al que se debe destacar por su continuo apoyo, es Rosendo Nina Copa, un danzarín que desde su ingreso a la institución no dejó de bailar ni un solo año y que junto a sus hijas brinda apoyo constante a cualquier actividad que emprende la Diablada Urus.

A pesar de haber dejado la danza algunos años, Hugo Camargo es otro de los socios que de forma permanente en la actualidad brinda consejos y aporta al desarrollo de muchas actividades que se realizan, dando directrices y consejos sobre cómo realizar cualquier innovación que nace de los socios, tomando en cuenta las costumbres que tenían en los años 60 y 70, especialmente.

Estos nombres son la referencia de lo que es la Urus y que permanecen apoyando a la diablada, pero, no se puede dejar de lado a muchos jóvenes que actualmente logran que la institución sea reconocida en todo lugar y momento y que aprendieron a querer al conjunto.

Los jóvenes que inician sus primeros pasos como dirigentes folkloristas demuestran su entusiasmo, apoyo y responsabilidad para ser los futuros formadores de folkloristas siendo partícipes de las actividades sociales, folklóricas, deportivas y de otro tipo que se lleve a cabo en el conjunto.

Un ejemplo de ello es la demostración coreográfica que cada año se efectúa, para apoyar alguna obra social y ayudar a los que necesitan de recursos económicos o vituallas.

Al concluir una gestión administrativa a cargo de Pablo Aillón Vargas, se notan los cambios, este año se renovó el estatuto de la institución y se elaboró su reglamento, trabajo positivo en el que se demostró amistad, cariño y unidad entre socios antiguos, nuevos, jóvenes, adultos e incluso niños que son parte de todas las actividades que realiza el conjunto respetando sus derechos como socios activos.

Asimismo, cumpliendo disposiciones gubernamentales se realizó un referéndum digital en el que los socios dieron su aprobación al estatuto recientemente elaborado, un acto democrático que permite a todos participar en las actividades de la diablada.

La gestión administrativa, que es positiva desde todo punto de vista, será continuada de la misma forma por el actual directorio presidido por Aldo Villegas Mora con apoyo de todos los socios para continuar engrandeciendo a la mejor Diablada del Mundo, como manifiestan las personas que gustan del estilo que tiene la Diablada Artística Urus.

Es menester recordar las palabras de Pablo Aillón, quién manifiesta que lo importante es que las cinco diabladas que son parte del Carnaval continúan defendiendo la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad a pesar de tener su estilo propio, porque de lo que se trata es de llevar en alto el nombre de Oruro y Bolivia.

En estos 51 años de vida, diablos, chinas, satanaces, luciferes, diablesas, osos infantiles, quienes forman parte de la institución también agradecen a quienes ya no se encuentran entre nosotros, pues con su participación lograron, en su momento, que la Urus sea reconocida a nivel local, nacional e internacional.

En su momento ellos fueron parte muy importante del conjunto como Eduardo Avendaño, considerado el mejor ángel que tuvo la Diablada; Roberto Soto que bailaba de cóndor y siempre estaba listo para ser partícipe que cualquier actividad y Freddy Céspedes considerado por los diablos la persona que les enseñó a querer a la Urus, quien antes de partir al más allá siempre incitaba a los socios a defender la institución en todo momento.

Fuente: LA PATRIA
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