Sábado 02 de abril de 2011
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Concluyó el primer trimestre del año 2011 y en Oruro la mayoría de problemas persisten, no se avanzó en ninguno de los proyectos que siguen en fase de análisis o entrabados por la burocracia administrativa que rigen las gestiones en los organismos superiores. Otros carecen de apoyo financiero y en realidad es nulo el proceso de desarrollo departamental.
Persisten las pugnas políticas empezando por las que alienta el oficialismo, por ejemplo en la Asamblea Departamental o desde la Brigada Parlamentaria donde muy pocos de sus componentes muestran interés por trabajar en función de las necesidades de Oruro, dejando en segundo nivel sus compromisos de orden sectario y partidista.
La base para impulsar nuestro desarrollo debería concretarse con la vigencia de un “estatuto autonómico” cuyo contexto refleje claramente las inquietudes de los orureños, la defensa de sus proyectos y el derecho a progresar sin las limitaciones que todavía impone el centralismo de Estado que sigue frenando la consolidación de importantes proyectos.
El proceso autonómico avanza con pasmosa lentitud, mientras que por otro lado se habla de la “construcción de cartas orgánicas”, y en ambos casos la situación es la misma, no hay adecuada coordinación y es fuerte la influencia de sectores apoyados en la corriente política que nos gobierna. Hay resistencia a esa situación y consiguientemente la definición para alcanzar objetivos concretos, imparciales y democráticos parece alejarse más del escenario local.
Fuente: LA PATRIA