Minería, una vecina incómoda con la que se convive y vivimos de ella

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Oruro un departamento cuya esencia de la actividad económica es la minería, por siglos convive con los efectos que deterioran el medio ambiente, pues la actividad extractiva de los recursos naturales no renovables, da empleo a miles de personas y repercute en el movimiento económico.

De manera particular la ciudad está casi rodeada de los efectos de la minería, en el sector Oeste, muy cerca al Santuario del Socavón, están los conocidos desmontes de San Miguel, encima de ellos se asentaron decenas de familias construyendo primero precarias viviendas, que con el paso del tiempo fueron mejorando, muy a pesar de las prohibiciones que querían impedir los asentamientos, por el riesgo de contaminación y además porque dichos desmontes debían ser removidos. Ahora las urbanizaciones en el sector ya están consolidadas.

Las paredes de las viviendas construidas en las dos zonas, testifican que durante la temporada de lluvias los residuos contaminantes son arrastrados por las aguas y tiñen de un color amarillo o café los cimientos de los inmuebles. El olor de estos residuos es fácil de percibir.

HUANUNI

Para los ambientalistas resultan preocupantes los efectos de la minería en la subcuenca de Huanuni, donde el río del mismo nombre se constituye en el principal receptor de los residuos que emite la empresa minera Huanuni, producto de las labores de explotación de estaño principalmente. Similar es el panorama en las áreas aledañas a la explotación minera en Poopó.

En Huanuni en un recorrido por la zona se aprecia como la sustancia plomiza se desplaza por los afluentes del río, metros más abajo no es novedad ver cerdos, con los hocicos teñidos, casi negros, buscando alimentos en medio de los desechos que además se entremezclan con los desperdicios que salen de las viviendas donde se instalaron precarios sistemas de alcantarillado.

¿DE QUÉ VIVIMOS?

Muy a pesar de este panorama, el departamento en su conjunto centra su actividad económica en la minería. Son por lo menos 5.000 familias que asentadas en Huanuni tienen a uno de sus miembros trabajando en la empresa minera. A su vez sus efectos multiplicadores se perciben en la generación de otros empleos secundarios.

Tomando en cuenta sólo la actividad en Huanuni, los fines de semana en la ciudad de Oruro se advierte la presencia masiva de personas que llegan hasta los mercados y supermercados para abastecerse de alimentos, electrodomésticos, insumos y materiales para ser consumidos en dicha población.

Fuente: LA PATRIA