Martes 29 de marzo de 2011
ver hoy
Rescatamos esa apreciación común del análisis que realizan ciudadanos que en el día a día de su actividad observan las marcadas diferencias que existen entre una mayoría ciudadana que sufre el peso de la crisis, de la especulación en precios de alimentos, en tarifas de algunos servicios, inclusive y es lo último que se conoce, en alquileres de viviendas.
Es decir que lo ocurrido en los últimos días del año pasado y que se modificó en los primeros del presente, ha dejado un esquema económico que en su concepción natural, por supuesto que tenía otras alternativas, como las que se esbozaron con la “supresión de la subvención a los carburantes”, empero las cosas no sucedieron de ese modo y ahora tienen un preponderante factor negativo que alteró el registro económico de las grandes mayorías, mientras muy pocos ciudadanos, muestran que la inflación no afectó sus transacciones.
Se trata por supuesto de las dos caras del país, una que no tiene sonrisa y está personificada en los ciudadanos que viven con salarios fijos o los otros que siendo más que los primeros, se dan modos en el comercio informal para generar recursos que les permitan sobrevivir junto a sus familiares. La otra cara es la que muestra una sonrisa no plenamente esbozada, pero que sirve para cubrir la circunstancia política que en algunos casos obliga a sonreír aunque el dolor esté consumiendo sus entrañas.
Fuente: LA PATRIA
